Varios amigos se reúnen en una mansión alquilada para celebrar el cumpleaños de una de ellos, en “Tarot de la muerte”. Esto es, al menos, lo que se descubre en el extenso prólogo del filme que da cuenta además de las relaciones y personalidades de los muchachos.
Cuando se acaba el alcohol deciden revisar, cuarto por cuarto y estante por estante, toda la casa en busca de alguna bebida. Violando un aviso de no pasar, rompen la puerta del sótano y acaban encontrando una caja llena de barajas.
Con intención de hacer uso de ellas, una de las chicas decide leerles el tarot a cada uno. Tirada tras tirada se descubre más de la personalidad de los protagonistas, pero también de los miedos y anhelos personales de estos jóvenes.
Lo que ellos no saben, pero el espectador sí, es que este juego de cartas está maldito y sus demonios les perseguirán hasta cargárselos uno a uno.
En cada caso, el lectura advertirá la situación a la que deberán hacer frente mientras horribles espectros se encargan de asustarlos por su osadía.
En su afán de sobrevivir, intentarán resolver el enigma detrás de la maldición primero, y luego la estrategia para revertirla.
Las cartas están echadas
La dinámica del filme resulta divertida aunque para nada novedosa. Esta no es la primera vez que un grupo de jóvenes se enfrenta a una maldición. Tampoco que tras conocer su suerte vayan tras la salvación.
En el camino, el espectador recordará otras películas como “Destino final”, por ejemplo. En ella, a partir de una premonición que evita que un grupo de jóvenes muera en un accidente, serán acosados por La pelona. Esta le pisará los talones, uno a uno, para cobrarse las almas que debieron perecer en el trágico suceso.
En una clave similar, planos y dinámica desarrollan una historia que no da vueltas para llegar a ninguna parte. Es claro cuál es el camino, quiénes siguen y cómo acabarán con sus vidas. La sorpresa está en si tienen astucia para salir ilesos o no.
Para anclarla a otros elementos más sensibles y románticos (recordemos que este tipo de filmes son vistos en pareja) se descubre la relación rota de unos tórtolos. Estos han perdido la fe en la relación, aunque el dolor y el cariño les golpean profundamente. Lo que hará que ellos también experimenten una transformación que estará cantada desde la lectura del tarot. ¡Preste mucha atención!
Otro detalle que copia de otros filmes del género es la presencia adulta como única respuesta y salida a la luz. La experiencia de alguien que por coincidencias del destino sobrevivió a una situación similar varias décadas atrás.
Sin querer acabar con la sorpresa, “Tarot de la muerte” encuentra su atractivo en sustos, espectros, persecuciones demoníacas y jóvenes guapos que deben plantar cara a un destino cantado. Con humor, hay que decirlo, pues en ocasiones se echa mano a ello para relajar la tensión y darle algún respiro al espectador y relaje la postura.
Cuidado diseño de producción y excelente banda sonora crean la atmosfera aterradora para que el espectador acabe metido de cabeza en la trama. Espiritismo, oscuridad y magia negra al servicio de una aventura de espanto y brinco. El filme es dirigido por Spenser Cohen y Anna Halberg. Harriet Slater (“Pennyworth”), Adain Bradley (“Industry”), Avantika (“Chicas malas: El musical”) y Jacob Batalon (“Spider-Man”) son algunos de sus protagonistas.
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