el regreso de una catástrofe al cine


‘Tornados’ regresa a los cines con una historia que sirve de recuela a la original, de hace 28 años (‘Twister’). Pero desde ninguna arista conecta con ella, más allá de inspirarse en el fenómeno natural y la incertidumbre que despierta.

Con momentos que podrían servir de tributo, la película es entretenida pero a ratos parece centrarse en un drama sensiblero sin fuerza.

Épico es el momento en el que el único refugio disponible para resguardarse del huracán es una sala de cine. En ella, sus visitantes deben aferrarse al asiento para no salir disparados ante el paso del enfurecido fenómeno natural.

Pese a ello, la película de Lee Isaac Cheung es una aventura que comienza y acaba muy bien pero que en medio pierde fuerza. Durante el prólogo, un grupo de jóvenes cerebritos cazan tornados intentando ejecutar una tesis que podría evitar los daños y bajas dejadas a su paso.

Este momento corto, pero desarrollado con precisión, expone además la relación entre los miembros del grupo que se ve fracturada por el fatal desenlace. Es emocionante, sacude y al mismo tiempo pone en alto el discurso al escenificar el peligro, la pérdida y la lucha por sobrevivir que deja el evento.

Interesante, resulta también, ver cómo este nuevo cine catástrofe es capaz de generar conciencia del impacto y mensaje que espera llevar entre líneas. Uno de ellos, el daño que pueden hacer los influencers en la noticia aunque busquen dar un ‘twist’ y acabar mostrándolos como unos héroes. También el papel de la ciencia que, amparada en la investigación, a veces esconde pretensiones mercantilistas mientras olvida su propósito de ayudar al ser humano. Se aprovecha de él en lugar de pensar en el bienestar de este.

Santos vientos huracanados

Si bien los efectos especiales son capaces de generar tensión, ante el avance inminente de los ‘Tornados’, la emoción se diluye en la historia. Y aunque la química entre los protagonistas se manifiesta a ratos, nada hace que uno realmente se sienta atraído por ver lo que ocurre entre ellos.

El problema quizás radique en el ritmo, pues aunque el refrán recuerde que “tras la tormenta siempre llega la calma”, en el filme se distiende demasiado la acción. Hay intensidad y espíritu aventurero pero el exceso de terminología científica, con parlamentos excesivamente largos, distrae y aburre. Lo mismo que la indecisión constante de la protagonista, que quiere pero no quiere.

Quizás Cheung quería dotar de realismo su filme pero al no ser un documental sino ficción este límite es estrecho y pasa.

En la trama, Kate Cooper (Daisy Edgar-Jones) lleva años lidiando con un trauma y una dolorosa pérdida que marcarán su vida adulta. Pese a eso, seguirá con su meta de convertirse en una experta meteoróloga.

Javi (Anthony Ramos), volverá a buscarla luego de que esta huya a Nueva York para olvidar su pasado y le propondrá unirse a un nuevo equipo élite. Ahora cuenta con recursos para efectuar investigaciones en nombre de la ciencia, aunque en el fondo no sea tan así.

De vuelta en el campo de estudio, Kate conocerá a un influencer cazar tornados llamado Tyler Owens (Glen Powell). El hombre es una celebridad en redes sociales, fama que lo ha convertido en blanco mediático. Pero también, en el fondo, es un experto meteorólogo que conectará con Kate quien llegará para sacudirlo.

La cruda realidad

La película se estrena en un momento complejo para algunos territorios que suelen ser blanco de estos fenómenos naturales en Estados Unidos.

Inundaciones sin precedentes y poderosos tornados devastaron partes de Iowa hace unos meses. Destruyeron o dañaron miles de viviendas y obligaron a cerrar caminos y puentes, provocando daños en infraestructura que ascienden a 130 millones de dólares. Esta información trascendió ayer jueves.

Los desastres afectaron a dos terceras partes de los 99 condados de Iowa, empezando con los devastadores tornados de finales de abril y mayo. Las lluvias torrenciales de junio provocaron el desborde de algunos ríos que inundaron comunidades en Dakota del Sur, Nebraska, Minnesota y Iowa.

Según reseñó AP, más de 5.000 viviendas sufrieron daños a causa de las tormentas, incluidas al menos 2.000 que posiblemente sean irreparables, dijo la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds.

Los científicos creen, en este sentido, que sin un estudio específico no podrán vincular directamente un solo evento meteorológico al calentamiento global provocado por el ser humano. En términos generales lo señalan por ser responsable de tormentas, sequías, inundaciones e incendios forestales cada vez más frecuentes e intensos. En la película este tema pasa inadvertido.


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