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Una de las mejores cosas de la escena indie es la gran cantidad de ideas que se toman en cuenta a la hora de la creación de un videojuego. Mientras que el territorio de los juegos AAA está cada vez más atrapado en fórmulas comprobadas gracias a la intensidad de recursos necesarios para crearlos, los indies se mueven en un espacio en donde se permiten más riesgos y rutas alternas dentro del proceso de desarrollo. Entre las editoriales que permiten que más juegos diversos salgan a la luz del día se encuentra Devolver Digital, quienes nunca fallan de hacer cada año una aventura dentro del territorio indie y Anger Foot es su más reciente lanzamiento.

Anger Foot es un juego de disparos en primera persona desarrollado por Free Lives, un estudio de desarrollo en Sudáfrica, quienes son mejor conocidos por ser los desarrolladores de Broforce, Gorn y Terra Nil, siendo Anger Foot algo más en lineal con el humor de Broforce u otro de sus juegos, el controversialmente titulado Genital Jousting. En general, Anger Foot toma la fórmula perfeccionada por uno de los juegos más legendarios lanzados por Devolver Digital, Hotline Miami, y le hace un cambio de perspectiva del “top down” a la primera persona a las que estamos acostumbrados en la mayoría de los shooters modernos.

Anger Foot mezcla la violencia y el humor, lo cual es genial, pero…

¿Es este cambio de perspectiva suficiente para hacer a Anger Foot resaltar? En general, la respuesta a esta pregunta es un no, un cambio de perspectiva no es suficiente para ello, y sabiendo eso, Free Lives incluye un elemento de humor dentro de Anger Foot que es básicamente opuesto al tono violento y transgresor de Hotline Miami, es este elemento de humor el que diferencia a los dos juegos en gran parte, si no tomamos en cuenta la ejecución misma de la fórmula. 

En cuanto a este último punto y que para mí es quizás el elemento más importante del juego, la ejecución de la fórmula tristemente no alcanza el nivel de Hotline Miami. ¿Pero cuál es esta fórmula? En ambos juegos el game loop consiste en atravesar una serie de niveles llenos de enemigos cuyo único objetivo es neutralizar al jugador, quien tiene como objetivo propio atravesar el nivel de la manera más destructiva posible, eliminando todos los enemigos a su paso y llegar a la salida del nivel.

Reseña | Anger FootReseña | Anger Foot

Esta es la fórmula básica que hizo de Hotline Miami un juego tan adictivo, pues el game loop permite al jugador hacerse familiar con los niveles y encontrar la ruta más adecuada para adquirir la mayor cantidad de puntos y llegar a la salida de la manera más rápida posible. Sin embargo, existen pequeñas diferencias que hacen de Anger Foot un clon inferior al original. 

La planificación es un pilar esencial

Primero, la perspectiva en primera persona elimina la habilidad de ver el nivel desde arriba, como lo hace Hotline Miami, una perspectiva que permitía analizar más de un cuarto a la vez y planificar segundos antes de atravesar el siguiente cuarto o eliminar a los siguientes enemigos. Incluso en una primera pasada por un nivel este nivel de planificación existía, mientras que en Anger Foot este elemento desaparece y hace que todos los niveles se sientan mucho más lineales que aquellos de Hotline Miami.

Reseña | Anger FootReseña | Anger Foot

Esta linealidad no es mala en sí misma, pero sin duda hace que cada nivel se siente menos especial, y a la velocidad con la cual uno puede ir atravesando estos niveles, hace que todos se terminan fusionando uno con los otros, lo cual elimina un poco el nivel de emoción al comenzar cada nivel dentro de un sector, pues probablemente sea un nivel muy similar al anterior. 

Tus errores te saldrán caro… bastante caro

Anger Foot es difícil, la muerte llega de manera rápida, exactamente como en Hotline Miami, pero el regreso a la partida es un poco más lenta. Mientras que volver a intentarlo costaba prácticamente nada en Hotline Miami y “un intento más” era algo súper fácil de decir, en Anger Foot es un poco más difícil, pues morir en un nivel, sobre todo cuando se está a punto de llegar al final se hace bastante pesado y puede que haga a más de uno perder la cabeza, pues en su mayoría morir significa comenzar el nivel desde el comienzo.

La movilidad también se ve afectada por este cambio de perspectiva, pues aunque Anger Foot intenta encontrar la velocidad y lo frenético de juegos como Ultrakill o el recientemente salido y muy superior Mullet MadJack, moverse por los niveles resulta ser un tanto monótono y un tanto torpe también, sobre todo a la hora de saltar, una mecánica que no se encuentra en Hotline Miami, pero que se siente tosca aquí en Anger Foot, un salto que quizás genere tantas muertes como los propios enemigos con armas.

Tus pies son considerados como un arma mortal

Igual que en Hotline Miami, las armas en Anger Foot son un elemento que no es tan relevante como lo sería en un juego como Turbo Overkill, pero que aunque conforme la variedad de enemigos se hace más grande también consigo incrementa la variedad de armas, este poco esfuerzo en crear armas llamativas y de uso único se vuelve un poco decepcionante, sobre todo porque a diferencia de Hotline Miami, la perspectiva hace que las armas estén justo al frente de nosotros. 

Reseña | Anger FootReseña | Anger Foot

Anger Foot tiene un desencanto por las armas, pero concentra toda su atención en el elemento mecánico que da nombre al juego, la patada de nuestro protagonista, la cual puede acabar casi que con cualquier enemigo con un solo golpe.

El jugador podrá pasar niveles completos tan solo usando la patada, lo que hace más irrelevantes a las armas y es la patada la que adquiere un sistema de progresión que las armas no, los zapatos, los cuales funcionan de la misma manera como funcionan las máscaras en Hotline Miami, en donde cada zapato otorga un modificador al gameplay, desde más velocidad, mejores saltos, más munición para las armas, etc. Desbloquear todos los zapatos se vuelve entonces el proceso más satisfactorio del juego, mucho más que atravesar los niveles o terminar la historia.

Anger Foot tiene apartado artístico que te lleva al pasado

Visualmente, Anger Foot trae consigo un estilo visual que hará recordar a muchos a cómics clásicos de los 90 como The Mask, Teenage Mutant Ninja Turtles, entre otros. Comics que contaba historias violentas y protagonizadas por personajes grotescos. Quienes sean fans de esta estética seguramente pasarán un excelente tiempo con Anger Foot, mientras su cast de personajes y pandillas hace aparición durante cada nuevo sector de la campaña. Fuera de ello, el aspecto grotesco quizás dejé mal a más de uno. 

A nivel de historia, Anger Foot es bastante pobre y ridículo. Nuestro protagonista Anger Foot está buscando eliminar a la pandilla que robo sus atesorados zapatos y durante la campaña el personaje tomará decisiones que cambiar el destino de Shit City (Sí, ese es el nombre de la ciudad donde transcurre el juego), pero este proceso de elección resulta un tanto superfluo. El verdadero juego está en atravesar los niveles lo más rápido posible y desbloquear la mayor cantidad de zapatos. La narrativa es tan solo una excusa para que todo esto ocurra. 

Conclusión

Si se lo ve desde un punto de vista arcade, Anger Foot es increíblemente divertido, la dificultad puede llegar ser frustrante a momentos, pero lograr sacar tres estrellas en cada nivel y completar los restos que cada uno propone puede volverse bastante adictivo, pues si bien la ejecución no es tan fluida como en Hotline Miami o tan espectacular como en Mullet MadJack, el ADN de la idea aún está presente y tan solo por ello el factor diversión es bastante alto.

Sin embargo, elementos como lo torpe de los controles en ciertas secciones y la indistinguible diferencia entre grupos de niveles y una narrativa pobre hacen que el juego se siente lejos de alcanzar todo su potencial.



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