La “guerra sucia” contra Venezuela no ha terminado. El “vamos a cobrar” y “hasta el final” son consignas de violencia y muerte. A la oposición dirigida desde y por los Estados Unidos no les importa “sacrificar” a sus seguidores para lograr su objetivo de derrocar al Gobierno Bolivariano: el 11 de abril 2002 trajeron a francotiradores para asesinar a sus seguidores y así justificar el golpe de Estado contra el Presidente Chávez (los dirigentes abandonaron el barco, ninguno culminó la marcha hasta Miraflores).
Avanzado el siglo XVIII, en el contexto de la lucha de Estados Unidos por su independencia, Cuba por su ubicación geográfica, apoyo logístico y comercial fue clave para su triunfo. Desde entonces EEUU quiso hacerse de esa colonia española por cualquier medio.
La inteligencia estadounidense sabía del triunfo inminente de los revolucionarios cubanos y decidió hacer una visita de cortesía a La Habana, enviando el buque de guerra (acorazado Maine) a finales de enero de 1898 y el 15 de febrero 26 oficiales se van de paseo a la ciudad; en la noche el Maine estalló y se hundió dejando más de 260 marines muertos.
La prensa inició una brutal campaña contra España, de presión a EEUU que bloqueó la isla y España declaró la guerra. Los cubanos que estaban a punto de lograr la independencia vieron truncada sus esperanzas por la vocación imperialista de EEUU que al ganar la guerra lograron arrebatarle sus últimas colonias en América: Cuba y Puerto Rico. Con ello se iniciaba la política imperialista en el Caribe y Centro América.
Ni la más remota de las hipótesis de guerra podía justificar que España hundiera el Maine, todo hizo pensar que fue una operación de falsa bandera de EEUU para crear el “casus belli”. La versión más reciente dice que fue un accidente la causa de la explosión y el hundimiento. La historia no deja dudas: Vietnam, Irak, Libia, el 11S, Irán, Chile, Venezuela, etc.
Las sanguinarias acciones ejecutadas por la unión entre delincuencia organizada y la oligarquía fascista de los apellidos, entre el 28 y 30 de julio contra el pueblo pobre de Venezuela, que dejaron un lamentable saldo de fallecidos y daños materiales, no han logrado el efecto esperado todo lo contrario, develaron que están dispuestos a hacer más daño para lograr sus objetivos.
La comunicación y la justicia serán claves para darles jaque.
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