De San Remo a Caracas


¡Profesor, qué sorpresa tan oportuna! Llega usted a esta bodega en el momento en que estamos en una buena conversa con el común amigo Antonio Cabezas sobre eso que llaman el o los Brics (acrónimo de los países fundadores: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Él sostiene que, de acuerdo con la objetividad de la historia actual, ese movimiento en su cumbre de Rusia mostró una fuerte herida, con eso del veto de Brasil al ingreso de Venezuela. Y al respecto quiero darle la palabra.

Gracias, don Antero, pero prefiero oír su parecer sobre este planteamiento. Estoy de acuerdo con la tesis de nuestro exdirector de Cultura de Aragua cuando refiere la atrocidad de ese veto. Dejemos atrás el odio, fanatismo y separación. Yo tengo diferencias con este gobierno, pero eso no me puede llevar a apoyar algo así.

Porque se supone que este organismo se crea con la intención de construir un fuerte bloque contra el inmenso poder económico, político, militar social y hasta en la forma de pensar y actuar del imperio yanqui. Ahora, si en lugar de uno son varios imperios en el Brics, con el derecho de poner, quitar o vetar cuando lo decida cualquiera de ellos, como en la ONU, entonces ¿qué será lo nuevo?.

Permítame agregar don Antero que se supone que la novedad es la multipolaridad, acabar con los privilegios de fuerza y autoridad que exhibe el poder económico-militar armamentista-geopolítico norteamericano. Y si estamos ante otro disfraz para establecer relaciones de potencias desarrolladas con países sin desarrollo, pero aprovechables en sus recursos naturales y humanos, no hay nada que esperar de los Brics para construir un mundo de justicia e igualdad.

Lo escuchamos, profesor. Estoy de acuerdo con ustedes. Apenas quiero recordar que, en la sociedad de la propiedad, la justicia gira alrededor del respeto a “lo tuyo y lo mío”. La primacía, la hegemonía la asume y ejerce quien más posee. De allí que la historia de lo que se tiene por humanidad esté ligada a la lucha y fuerza de sus clases sociales, es decir, a la confrontación de las desigualdades.

Y cuando Brasil veta el ingreso de Venezuela a los Brics lo dice todo. En el escenario actual decidimos y mandamos las potencias. El débil y no desarrollado debe estar a nuestras órdenes y disposición.

Sancho, ¡hasta hoy la multipolaridad es un sueño propio del conocido mundo de las maravillas, que hasta hoy no ha sido!

@ABlancoMunoz


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