Los Rouguelike son un género curioso dentro del mundo de los videojuegos, por un lado, su principal objetivo es la rejugabilidad, y si has jugado lo suficiente, sabes que en ocasiones es difícil hacer entretenido un producto que ya has completado anteriormente. Es por ello que los Roguelike basan su estructura en darle al jugador las suficientes opciones para que cada partida se sienta única y diferente a la anterior.
Si pasas por el mismo mapa, pero con un armamento y mejoras distintas, lo más probable es que tu experiencia por esos espacios sea muy diferente, ya sea por el comportamiento de los enemigos o por el poder del arma en sí. Esta pequeña, pero concisa descripción, es con lo que nos encontraremos en Vampire Survivors.


El indie que creó su propio subgénero
Este es un título que aprovechando su fabulosa estética en Pixel-art fue capaz de crear una comunidad sólida de fanáticos que disfrutan de un reto y masacrar a hordas y hordas de enemigos de la forma más poderosas e imaginativas posibles, (porque si, la dificultad de este título, escala de nivel a nivel).
Pero Survivor no solo atrajo la mirada de jugadores que buscaban un desafío, en realidad su estética fue uno de los apartados, (en mi opinión), más llamativo del título, y es que la dirección artística recuerda mucho a una de las franquicias más icónicas de Konami, “Castlevania”, tenemos cientos de referencias a los juegos de la saga. Estas referencias están impregnadas en el aspecto de las armas, algunos niveles y por supuesto personajes, no es de extrañar que tengamos una hilera gigantesca de personajes que recuerdan a los cazadores Belmonts, un par de Alucards, la muerte misma, y hasta el propio Conde Drácula.
Precisamente por este detalle es que durante años la fanaticada del juego se preguntaba si en algún momento este desafiante título le abriría las puertas al universo de Castlevania oficialmente, y amigas y amigos el día ha llegado, y llegó a lo grande.
Seré claro y directo “Ode to Castlevania” es una verdadera joya de los videojuegos, quizás suene exagerado, pero para un fan de la saga y para los millones de fans de Vampire Survivors este DLC parece más una expansión del juego base que solo contenido extra, ya que incrementa por mucho las posibilidades de rejugabilidad.
El punto de encuentro perfecto para los amantes de Castlevania
En este punto no solo me quiero enfocar en las referencias, (que hay muchísimas), sino en el apartado más interesante y es la cantidad de respeto y cariño que los desarrolladores pusieron en este DLC. Los personajes parecen sacados directamente de sus juegos y fueron llevados de paseo a Vampire Survivors.
Alucard sigue estando tan roto y poderoso como Symphony of The Night, el clan Belmont es igual de imponente y tenemos a toda la familia aquí compartiendo el mismo juego. No solo esto, tenemos a cada cazador importante y relevante dentro del universo de Castlevania.
Desde miembros de la familia Lecarde, pasando por los Belnades, y hasta los Morris. Cada personaje cuenta con su arma característica y movimientos especiales únicos que desbloquean al subir de nivel, además los dev agregaron detalles como la combinación de botones de la PS1, que le daban a Alucard la oportunidad de usar sus hechizos, (por eso el personaje está tan roto). Shanoa puede usar los glifos para erradicar a los enemigos, Richter hace el dash lateral múltiples veces y hasta tenemos el primer látigo alquímico de Leon Belmont, antes de conseguir al demoledor “Vampire KIller”.


Además, la música (más de 30 pistas) y el castillo de Drácula (Castlevania), te teletransporta a los juegos originales. Si hay un soundtrack característico de la saga, ese sería Bloody Tears la sonata más espectacular y popular de la franquicia, pero quizás lo más impactante de este DLC llega cuando “termina”.
La muerte es solo el principio en Vampire Survivors
Acá vienen spoilers importantes de este DLC. La personificación de la “Muerte” es la mano derecha de Drácula y por una razón particular y muy cómica que no comentaré es el jefe final de esta entrega, después de una batalla legendaria donde puedes perder tu equipo con cada golpe (referencia a Symphony), el DLC termina y Dracula se vuelve parte del roster de personajes.
Tal como lo lees, el mismísimo príncipe de las tinieblas es ahora parte de tu equipo y no solo eso, ahora tienes a más de 20 personajes nuevos para desbloquear con nuevos jefes, una nueva parte del castillo, armas, música y demás sorpresas.


A esto me refiero cuando hablo de cariño por la saga, Konami tiene entre manos una de las franquicias más prolifera de los videojuegos, (solo que sus ejecutivos aún no lo aceptan), prefieran prestar la IP a otras marcas que crear una entrega solidad por mano propia. Sin embargo, no nos equivoquemos, agradezco encarecidamente el haber jugado estas aproximaciones a la saga, como fue el ejemplo con Dead Cells, pero no me molestaría que de alguna manera vuelvan a crear un título tomando el relevo de lo que la industria actual está haciendo, (Se imaginan un Blasphemous ambientado en Valaquia).
Seré honesto… tenía expectativas altas cuando escuché que había contenido DLC para un título que bebe tanto del universo que homenajea, pero nunca me imaginé que los desarrolladores pusieran tanto empeño en trasladar casi el universo completo a su juego, (perfectamente podrás decir que este DLC es un juego nuevo de la franquicia).
Esta reseña fue realizada en PC y el código de Vampire Survivors: Ode to Castlevania fue cedido por Poncle. El DLC ya está disponible en consolas, móviles y PC.
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