Juan Sánchez está sin duda viviendo un sueño ahora mismo, primer entrenamiento primaveral como invitado del equipo grande de los Gigantes de San Francisco y causando una gran impresión.
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Independientemente de poder hacer el grado o no, él sabe que está actuación le dará más motivos para seguir desarrollándose y lograr el objetivo de llegar a Grandes Ligas en un futuro no muy lejano. Por lo pronto, ha cumplido a carta cabal con el cometido de demostrar de qué está hecho y que está preparado para lo que su organización necesite de él
Ahora bien, pese a la derrota de su equipo 19-11 ante los Rojos de Cincinnati el miércoles en Scottsdale, el carabobeño de 23 años actuó por espacio de una entrada, donde solo permitió un hit, no toleró carreras ni boletos y ponchó a un contrario, para dejar su efectividad en 1.50, con ocho ponches, en cinco apariciones y un total de seis capítulos de labor.
Muy económico, pero ponchador
Adicionalmente, no ha otorgado pasaportes, posee un magnífico WHIP de 0.50 y ha aislado a sus oponentes a promedio de .191, BABIP de .167, OBP de .182, Slugging de .286 y OPS de .468. Su hermetismo ha sido total, dándole crédito a sus palabras al comienzo del campamento.
Igualmente, hay que destacar que en cada una de sus presentaciones, Juan Sánchez ha lanzado al menos un capítulo, destacando dos labores de un par de episodios. En total, ha ejecutado 37 pitcheos, 32 de ellos en strike; para un promedio de 87%.
De igual modo, ha salido muy económico, pues ha efectuado 7.50 pitcheos por inning, eso considerando que su capacidad para guillotinar rivales es bastante alta (12.00 K/9).
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