Petro busca mantener cohesión del gobierno en medio de crisis interna


El nombramiento como jefe de Despacho Presidencial al exembajador Armando Benedetti, le ha provocado un terremoto interno al gobierno del presidente Gustavo Petro, marcado por las renuncias de varios funcionarios cercanos, las críticas internas de grupos e individualidades de la izquierda colombiana y la polémica transmisión televisiva y por redes sociales de un tenso consejo de ministros.

Benedetti fue uno de los mayores apoyos de Petro en las elecciones de 2022 para llegar a la Presidencia y su primer embajador en Venezuela, cargo que tuvo que abandonar en medio de un escándalo de escuchas ilegales en el que incluso amenazó con revelar supuestas irregularidades de la campaña del actual mandatario.

También protagonizó un escándalo de violencia intrafamiliar en julio pasado después de que su esposa, Adelina Guerrero, lo denunciara por agresiones físicas durante un viaje a Madrid.

La crisis por el nombramiento de Benedetti y el espectáculo en que acabó convertido el consejo de ministros televisado han provocado hasta el momento las dimisiones del director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Jorge Rojas, y del ministro de las Culturas, Juan David Correa.

Tras su dimisión, Correa se manifestó este jueves por primera vez y dijo, en referencia a Benedetti, que “no podía tener de jefe a un maltratador de mujeres”.

Sin embargo, Petro defendió nuevamente hoy el nombramiento de Benedetti y acusó al exdirector del Dapre de engañar a los ministros por decir que “el jefe de Despacho es el jefe de los ministros”.

“Levantó mucha indignidad y por poco acaba el gobierno, como quiere la extrema derecha”, acusó Petro al exfuncionario en la red social X.

Críticas y respaldo de la izquierda

El exministro Correa criticó a Petro por mostrar una “cultura patriarcal en la que puede haber un tipo de actitud constante o permanente donde hay un patriarca o padre que llega de alguna manera y tiene que hacerse su voluntad”.

“Yo creo en otro tipo de mundo, de cultura, en otro tipo de sensibilidad y para mí eso importa. Yo creo tiene que ir hacia allá, el progresismo tiene que ir hacia allá porque este mundo tiene que ser del cuidado, del cariño y del afecto, porque el mundo está en un estrés por el patriarcado, en una violencia por el patriarcado”, añadió.

Por su parte el senador Iván Cepeda, uno de los líderes más reconocidos de la izquierda colombiana y miembro del equipo negociador del Gobierno con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), respaldó al exdirector del Dapre, a la vicepresidenta y a la ministra de Ambiente porque “están defendiendo con entereza nuestro proyecto político”.

“El problema no es el sectarismo; muchos hemos trabajado y logrado las alianzas que han hecho posible este gobierno, y hemos insistido, hasta la saciedad, sobre la necesidad de construir un gran acuerdo nacional. El problema real es proteger el proyecto del oportunismo y la corrupción”, expresó Cepeda en X.

Sin embargo, también hubo llamados a la sindéresis y a trabajar por la unidad del liderazgo de izquierda. La senadora María José Pizarro, hija del asesinado exjefe guerrillero Carlos Pizarro, que fue compañero de Petro en el M-19, fijó posición en favor de la serenidad en momentos turbulentos.

“Respaldo al gabinete progresista, quienes con compromiso han construido los pilares de este proceso del cambio. Eso sí, les pido actúen con serenidad, salvaguardando con sus decisiones el futuro del progresismo en Colombia, al gobierno y al presidente”, dijo Pizarro.

Petro ha seguido defendiendo el nombramiento de Benedetti, llamó sectarios a quienes rechazaron esa decisión y afirmó que su Gobierno busca cumplir “el programa que eligió el pueblo”, ya sea que “quién lo aplica (sea) blanco, negro, godo (conservador), liberal, izquierdista o lo que sea”.


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