Una ola de desinformación y ataques se han producido contra algunos de los cardenales que fueron cercanos colaboradores del extinto Papa Francisco, quien retomó principios de la iglesia católica que protege a los humildes y se distanció de lujos y prepotencias.
Sin embargo, el papado de Francisco quiso asegurarse que la iglesia católica no retrocediera rápidamente en los principios sobre los que se basó su aporte, y la selección de cardenales que votarán por el nuevo pontífice, podría hacer honor al legado del primer Papa latinoamericano.
En esta ocasión, la elección del nuevo Papa estará a cargo de 135 cardenales de 71 países, frente a 115 electores en los de 2005 y 2013, de 52 y 48 países, respectivamente. Esto convertiría esta elección en el cónclave más numeroso e internacional que se haya registrado jamás.
Aunque ya hay favoritos entre los principales cardenales papables, la elección está llena de incógnitas debido a las posturas que chocarán en un cónclave variopinto y que representa ideas muy equidistantes.
En el bando conservador, está el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y el ex prefecto de Doctrina de la Fe, el alemán Gerhard Ludwig Müller. Del otro lado, más progresista, hay cardenales influyentes muy cercanos a Bergoglio, como Jean-Claude Hollerich, de Luxemburgo y el canadiense Michael Czerny, también jesuita como el fallecido Papa.
Los más populares
Hasta ahora, hay cerca de una docena de nombres de cardenales de los cuales podría salir el siguiente papa, entre ellos: Peter Turkson (Ghana); Luis Antonio Tagle (Filipinas); Pietro Parolin (Italia); Peter Erdö (Hungría); José Tolentino (Portugal); Matteo Zuppi (Italia); Mario Grech (Malta); Robert Sarah (República de Guinea); Raymond Leo Burke (EE.UU.); Marc Ouellet (Canadá); y Fridolin Ambongo (República Democrática del Congo).
Sin embargo, muchos apuestan por el más cercano colaborador de Francisco, el italiano Pietro Parolin, quien es el actual secretario de Estado del Vaticano. En 2014, el Papa lo nombró miembro de su Consejo de Cardenales interno, que lo asesora sobre la reforma de la Iglesia.
También está el filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, que podría convertirse en el primer Papa de procedencia asiática.
Es originario de Manila, donde fue arzobispo entre 2011 y 2019, para después aceptar el llamado de Francisco a residir en Roma como prefecto de la prestigiosa Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Tras Francisco, primer Papa americano, no sobresalen muchos nombres en ese continente. Pero hay un candidato que combina las dos mitades de América, Robert Francis Prevost, 69 años, prefecto de la Congregación de los Obispos, que es estadounidense, pero ha ejercido casi toda su vida en Perú.
Sería desde luego una fuerte señal para afrontar los complejos años de la era de Donald Trump, pues la Iglesia de EE UU está enfrentada con él y el mundo ultraconservador de este país pretende apoderarse políticamente del mensaje cristiano en una cruzada entre el bien y el mal.
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