Más de 300 activistas y defensores de derechos humanos protestaron contra las redadas antiinmigrantes realizadas el viernes en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, donde se registraron enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes policiales.
De acuerdo con medios locales, el operativo consistió en la ejecución de cuatro órdenes de registro federales en tres ubicaciones del centro de la ciudad californiana, llevado a cabo por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con apoyo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA), dejando como resultado 44 personas detenidas.
Con el fin de dispersar a los manifestantes, quienes protestaban de forma pacífica, los agentes emplearon gas pimienta y granadas aturdidoras, así como porras para golpearlos, reseñó Telesur.
Además, varias personas resultaron heridas cuando se lanzaron delante de los vehículos del ICE con el propósito de impedir que los agentes se llevaran a los detenidos, quienes estaban trabajando al momento de ejecutarse el operativo.
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, en un comunicado denunció la acción policial y advirtió que solamente logra sembrar el terror. La autoridad aseveró que no permitirá que se sigan realizando estos arrestos masivos en la ciudad y afirmó sentirse «completamente encolerizada» por lo sucedido.
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