El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desmintió la información emitida por familiares del migrante venezolano Luis Manuel Rivas Velásquez, conocido como Luis Frío, tras ser recluido y recibir «tratos crueles» en el centro de detención Alligator Alcatraz, en Florida, inaugurado por el presidente Donald Trump para encarcelar indocumentados.
La agencia confirmó que el hombre está con vida y bajo observación médica, tras desmayarse en las instalaciones. Sus familiares denunciaban que estaba enfermo, con el cuerpo «lleno de llagas», con fiebre y que pedía asistencia médica que nunca llegó a tiempo.
Además, su pareja Rosana Navas, dijo que solo le daban una comida al día, y narró el sufrimiento de su esposo en el recinto, aunque luego grabó un vídeo desmintiendo la información y ofreciendo disculpas.
La vocera del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, detalló en un comunicado que Rivas Velásquez fue trasladado al hospital por precaución luego de sufrir un desmayo. En el texto nunca se explican las razones del desmayo, ni las condiciones de salud del retenido.
Cruce de informaciones
La publicación del video de Rosana Navas, denunciando la muerte de su esposo, dió pie al reclamo de la hermana del retenido, Aday Velázquez, quién reclamó justicia ante la dramática situación. Ambas dijeron que fueron informadas por familiares de otros detenidos sobre el fallecimiento de Rivas.
Tras el pronunciamiento de las autoridades del ICE, los familiares se retractaron de la denuncia sobre la muerte del venezolano, pero exigen explicaciones sobre los maltratos que estuvo recibiendo.
Aday Velázquez, hermana del retenido, dijo que ningún organismo estadounidense ha confirmado la muerte de Rivas, y confirmó que la noticia de su presunto decesos, la dieron personas que visitaban el recinto y lo vieron padecer diversas dificultades.
«Mi hermano y otra persona salieron anoche de la prisión de Alcatraz, pero no han regresado», dijo en un video posterior, en el que exige que el Departamento de Estado ofrezca información sobre el paradero y las condiciones de salud de su hermano.
«Queremos saber si está bien de salud o si está muerto, queremos su cuerpo», dijo Velázquez ante la incertidumbre por no saber nada del migrante venezolano.
Rosana Navas, esposa de Rivas, también expresó su preocupación por no saber nada del paradero de su marido una vez que salió del recinto. En medio de su conmoción, pidió una prueba de vida y que se detengan las especulaciones: “No jueguen con esto”, sentenció.
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