Recién se llevó a cabo una expoferia llamada Sabe a Venezuela, donde se vieron varias bondades de esta tierra, entre ellas el cacao y ¿qué más sabor venezolano que el de este delicioso fruto? Más que un ingrediente culinario, el cacao permea nuestra identidad: lo encontramos en la cocina, en la literatura, en la música, en productos de belleza y hasta abono; está presente en un sin fin de formas y cosas que vemos y consumimos a diario. Pero el cacao no es sólo una golosina, también lo rodea un gran misticismo por sus propiedades afrodisiacas y efectos en el cerebro.
Su verdadero valor reside en una combinación única: propiedades neuroactivas, beneficios para la salud inigualable que lo posiciona entre los más codiciados del planeta.
Aunque exista gente que no le guste su sabor; es uno de los frutos más famosos del mundo; no por algo en América se les llama Gran Cacao a las personas adineradas o que son muy cotizadas, y es que en la época de la colonia, el cacao era muy, muy demandado, aunque su apreciación viene desde algunos siglos atrás y su popularidad remonta a nuestras antiguas civilizaciones.
Los historiadores cuentan que el emperador azteca Moctezuma consumía hasta cinco tazas al día, siempre en una copa de oro, también que poseía bóvedas de este elixir fuertemente custodiadas, y es que no es casualidad su nombre científico sea (Theobroma cacao) que significa “el alimento de los dioses”, siendo usado para adorarlos. Es que su sabor, su aroma, su textura nos acerca a las deidades.
Por ejemplo, en la cultura mexicana desde hace cientos de años, antes de la época prehispánica, era utilizado como moneda, como remedio para varias enfermedades y como ingrediente principal para la preparación de bebidas ceremoniales, aún hoy por hoy nuestros nativos realizan las ceremonias del cacao en gran parte del territorio americano.
El cacao es rico en micronutrientes como polifenoles y potentes flavonoides antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación, bajar la presión arterial y mejorar el colesterol y el azúcar en sangre tiene efectos prebióticos, lo que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, mejorando la salud digestiva y el sistema inmunológico.
El impacto del chocolate en el cerebro es abrumador, la ciencia relaciona el consumo de chocolate con el aumento de la liberación de serotonina en el cerebro humano. Tal como explica la revista científica, Science “la serotonina es una sustancia química producida en el cerebro que es responsable de elevar el estado de ánimo”, lo que traducen algunos científicos en que los antojos de comer chocolate se deben a niveles bajo de serotonina en el cuerpo.
Venezuela, posee fama, muy bien ganada de reconocimiento internacional, por su altísima calidad en cacao, aroma excepcional y su suave textura que nos recuerda a la piel de nuestras hermosas mujeres.
El cacao venezolano es muy popular en el mundo, eso se debe la posición geográfica que hace que tenga condiciones climatológicas perfectas para su cosecha, con clima tropical y abundantes lluvias, hace que seamos cuna de las variedades de cacao más complejas, finas y apreciadas del mundo, como el cacao criollo.
El árbol del cacao se origina en el Amazonas, y en el país existen tres tipos de cacaos nativo certificados: El criollo andino, porcelana y pentágona que son bastantes codiciados por maestros chocolateros a nivel nacional e internacional, quienes prefieren elaborar sus productos con cacao producido en nuestras tierras por su versatilidad, sabor, textura y aromas únicos.
Estas variedades nativas, son características por sus sabores complejos con notas florales, frutales y de nuez, que lo hacen tener un sabor delicado y aromático, con menos amargor y más suavidad que otras variedades que no se encuentran en otros tipos de cacao en el mundo.
Pensando en esto se creó «El Plan Cacao», un espacio donde confluyen científicos y productores de distintas zonas agroecológicas donde se da este preciado fruto, para trabajar en un mismo fin, la certificación de la calidad del cacao fino de aroma utilizando métodos científicos; la ciencia aplicada en la tierra, en la cocina y en el saber ancestral, con el firme propósito de rescatar todas las variedades de nuestro fruto que data de 4.500 años atrás.
Uno de los espacios vinculados es el Laboratorio de Ecofisiología Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), donde se han colectado en 5 estados del país semillas, suelos y material vegetal, para los análisis ecofisiológicos, logrando traer semillas que son de la etnia guasábara, en el Sur del Lago de Lagunilla del estado Zulia; una contribución a la denominación de origen de Theobroma cacao, haciendo énfasis en aspectos fitoquímicos de estas plantas a través de análisis multifactoriales.
Con este proyecto se busca preservar la genética de nuestros cacaos y disminuir la incidencia de la Escoba de Bruja, que es una plaga que aqueja su producción, así como la extracción de nuestras plantas para ser clonadas en otros países y traernos otra especie que enferma y modifica la nuestra.
Otros de los proyectos es el Centro de Investigación dedicado al cacao en Venezuela, está ubicado en el sector Tapipa, parroquia José Félix Ribas del municipio Acevedo del estado Miranda, creado para apoyar al productor de cacao y sus plantaciones, proteger al importante rubro facilitando y mejorar la productividad del mismo, lo que se traduce en el mejoramiento de su calidad y sostenibilidad.
Los efectos positivos del chocolate provienen del grano del cacao, que contiene más de 800 compuestos químicos en su contenido sirven, no solo para el apreciado chocolate, también para la elaboración de cosméticos, productos farmacéuticos, aditivos alimentarios y como alimento para ganado.
De este fruto podemos usar todo, desde la cascara hasta las flores pasando por su manteca, su pulpa y semilla, es una planta noble, hermosa y deliciosa; como esta tierra bendita, y nosotros, hechos de esta semilla ancestral, cómo José Leonardo Chirinos, hechos de sudor de negro y cacao con sello venezolano.
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente