Las mechas logran un efecto difícil de conseguir con tinte, dan un aspecto más natural y consiguen toques de rayos de sol que de otra manera sería imposible de obtener. Sin embargo, han gozado desde siempre de muy mala fama, pues rompen el pelo, lo enredan y secan, aunque cada vez se depuran más las técnicas y es más fácil ser rubia y poseer un pelo sano. Por ello, apúntate a las mechas con peine, sin amoníaco o de magnesio y sodio.
Las mechas consisten en el aclarado permanente del cabello con una gran durabilidad, que a su vez aporta color y lo corrige. En la actualidad existen gran variedad de técnicas de aplicación y cada estilista es defensor de una de ellas. ¿Cómo saber entonces cuál es el mejor método? ¿El gorro, el peine, la plata o el magnesio?
Rubia ceniza, rubia miel, platino, natural, efecto oro o rayos de sol, mechas californianas o nórdicas, poseer una melena rubia, larga y cuidada es cada vez más fácil. “La invención de nuevas técnicas de aplicación que sustituyen los agresivos métodos de tintura, como el papel de plata y la aplicación de calor excesivo por mechas con peine y con productos sin amoníaco, permiten a las mujeres ser dueñas de una buena cabellera”, apunta la esteticista Felicidad Carrera.
Quizás la técnica más nueva y menos agresiva, aunque duran un poco menos, son las mechas al sodio y magnesio. La diferencia con las decoloraciones tradicionales es que realiza un aclarado “controlado”, es decir, no deteriora la fibra del cabello, evitando que éste se convierta en quebradizo y frágil.
La menor agresividad se debe a la composición del tinte utilizado, que goza de una alta concentración de magnesio y sodio. De este modo permite aclarar todo el cabello sin grandes daños. El peine es otra técnica que consigue que la sanidad de nuestro cabello se mantenga, no obstante y a pesar de que los peluqueros lo recomiendan en detrimento de las tradicionales mechas de plata (técnica cubierta), las de peine no son igual de eficaces para todas.
“Si eres morena y quieres ser muy rubia, las mechas de peine no son la mejor elección pues aunque utilizan menos calor, no sirven para un cambio radical de color, a menos que te aplique mucha cantidad, por lo que al final sería mejor decantarse por un tinte monocolor”, indica Carrera. Aun así, son muy buenas para retocar la raíz, así que si sólo quieres rebajar 2 o tres tonos a tu color natural, elige este método.
MECHAS
Las mechas de gorro es proceso más corto aunque es difícil que la raíz quede perfecta. Si elegimos este método de tintura, deberemos usar un champú especial, abusar de la mascarilla hidratante y reparadora y usar serum. Además, evitar las planchas, tenacillas y secador, que contribuyen a secar aún más la melena.
TÉCNICAS CUBIERTAS
Son las más agresivas aunque las más duraderas y las que más aclaran. Sirven tanto para pelo largo como para corto, se pueden realizar mechas más finas o gruesas según el gusto del consumidor, y además son las más eficaces para alternar varios colores, tendencia muy de moda. De hecho, ya no se lleva el tinte monocolor sino la tri coloración, que consiste en la alternancia de tres tonos de rubio diferente, lo que aporta movimiento al cabello, define el corte e ilumina las facciones.
Otra de las tendencias que proponen los estilistas del cabello es la desigualdad de la mecha, o sea zonas más oscuras por la parte inferior y más claras por la superior. Las transparencias rubias sobre una base castaña, consiguen el tono miel que luce la envidiada melena de la modelo brasileña Gisele Bündchen o la actriz Mischa Barton.
¿RUBIA NATURAL?
Una de las desventajas de tener el cabello rubio es su excesiva sensibilidad y permeabilidad a las agresiones externas: contaminación, polvo, tabaco, cal, etc. Al ser tan frágiles, tienden a deslustrar y a deshidratarse en seguida. ¿Qué es lo primero que debes hacer? Eliminar los residuos y devolver el resplandor a tu color cuidando el lavado con mucho mimo.
• Elige un champú nada agresivo, especial para cabellos rubios y con propiedades antioxidantes y nutritivas a base de germen de trigo y girasol.
• Lávate el pelo dos o tres veces a la semana como máximo.
• Aclararlo con agua tibia y escurrir bien. Para reforzar la acción del champú, aplícate una crema de la misma gama en las puntas. Deja que actúe durante 5 minutos para que, además de desenredar el pelo, cree una capa nutritiva y protectora en torno a la fibra capilar. Aclara de nuevo el cabello con agua tibia y finaliza con agua fría para cerrar la fibra.
• Añade un poco de vinagre o limón al agua con la que te aclaras el cabello y le darás un extra de brillo.
• Una vez a la semana cambia el champú de uso diario por uno a base de manzanilla. Esta planta aporta mucha luz sobre los cabellos rubios. Si te tiñes el cabello o te haces mechas, elije un champú reparador brillo con pigmentos violetas.
• Una o dos veces a la semana ofrece a tu cabello una auténtica cura de hidratación. Cuando esté lavado y desenredado, escurre y aplícale una mascarilla reparadora nutritiva. Haz que penetre por todo el cabello (evita la raíz) y deja que actúe por lo menos durante 10 minutos.
• Optimiza la acción del tratamiento enrollándose en una toalla caliente. El calor ayudará a que el producto penetre en la fibra.
NOTA: Ya seas rubia natural o a punta de tinte, hay que extremar los cuidados.
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