6 rasgos que delatan a una persona controladora, según la psicología


En algunas personas la necesidad de control puede convertirse en un rasgo patológico

por INFOBAE

Existen muchos rasgos psicologicos que pueden ser más dificiles de detectar de lo que parece.

Esto se debe a que cuando se trata de rasgos patologicos, las personas pueden tener diversos recursos para ocultarlos en un inicio o bien para que no sean tan evidentes en un primer contacto.

Sin embargo, si prestamos atención, siempre existen señales que nos alertan de algun posible comportamiento poco saludable.

Tal es el caso de aquellas personas que tiene una gran necesidad de control y con las cuales la convivencia puede tornarse difícil a mediano o largo plazo sino se detecta a tiempo.

Es por eso que aquí te decimos cuáles son algunas señales clave que pueden alertarse, de acuerdo con una perspectiva psicológica.

Las personas con necesidad deLas personas con necesidad de control afectan los contextos en los que se desenvuelven. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Como mencionamos, identificar a una persona controladora no siempre puede ser algo fácil, sin embargo, desde una perspectiva psicológica, algunas señales que pueden alertarnos son las siguientes:

  1. Necesidad constante de supervisión: Busca monitorear o regular las acciones de los demás, incluso en asuntos cotidianos o que no le afectan directamente.
  2. Dificultad para delegar: No confía en que otros realicen tareas correctamente y prefiere hacerlas por sí misma o supervisarlas en exceso.
  3. Uso de la manipulación emocional: Emplea la culpa, el chantaje emocional o distorsiona la información para influir en las decisiones y comportamientos ajenos.
  4. Intolerancia a la incertidumbre: Muestra incomodidad o ansiedad cuando no tiene el control de una situación o desconoce lo que ocurrirá.
  5. Imposición de reglas estrictas: Tiende a establecer límites, normas o condiciones para las relaciones y exige su cumplimiento sin flexibilidad.
  6. Descalificación o minimización de las opiniones ajenas: Restan importancia, ignoran o desacreditan ideas y sentimientos de los demás para reforzar su propia autoridad o control.
Estos rasgos pueden manifestarse enEstos rasgos pueden manifestarse en distintos contextos, como relaciones personales, familiares o laborales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La presencia continua y acentuada de conductas como las antes mencionadas suele impactar negativamente la calidad de las relaciones interpersonales.

Convivir con una persona controladora puede tener diferentes efectos negativos en la salud mental, entre los cuales pueden aparecer los siguientes:

  • Estrés crónico: La vigilancia constante y la presión por cumplir expectativas ajenas pueden generar altos niveles de estrés.
  • Ansiedad: La incertidumbre sobre reacciones o el temor a cometer errores bajo supervisión permanente puede intensificar síntomas de ansiedad.
  • Baja autoestima: La descalificación y minimización continuas pueden provocar inseguridad, autocrítica excesiva y dificultades para tomar decisiones propias.
  • Aislamiento social: El deseo de la persona controladora de limitar las relaciones o actividades fuera de su influencia puede provocar alejamiento de amistades y familiares.
  • Dependencia emocional: La manipulación prolongada puede llevar a la persona a dudar de sus capacidades y volverse dependiente de la aprobación o dirección del controlador.
  • Depresión: La sensación de falta de libertad y autonomía, junto con sentimientos de impotencia, frustración o tristeza prolongada, puede desencadenar síntomas depresivos.
La convivencia con este tipoLa convivencia con este tipo de personas puede impactar de manera negativa en la salud mental. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos efectos dependen de la intensidad del control, el tiempo de exposición y los recursos personales de la persona afectada.

El apoyo profesional puede ser fundamental para recuperar el bienestar emocional y establecer límites saludables.


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