El inolvidable rostro ochentoso de Corina Azopardo


Una vez llegados los colores a la pantalla chica, la industria venezolana vivió un momento de gran esplendor, a partir de la década de los 80 del siglo pasado. Aumentó el atractivo de los programas, gracias a jugosos presupuestos que permitían la exploración del círculo cromático, con grabaciones en vistosos exteriores y cuidadas escenografías; y de los talentos que diariamente visitaban los hogares, invitados por el giro de perilla manual que precedió al control remoto.

En aquellos tiempos, muchas caras lograron consolidarse en el medio artístico y hoy forman parte de los recuerdos asociados a un período boyante, que ubicó a la producción nacional en la vanguardia latinoamericana.

Corina Azopardo es uno de los rostros inolvidables. Carisma, dulzura y elegancia, unidas a un singular corte de cabello que destacaba entre las leoninas melenas de la época caracterizada por las hombreras, los calentadores y los accesorios de tonos metálicos, le ganaron el cariño del público y el visto bueno de los anunciantes.

En ‘Estrella de la fortuna’. Foto: Archivo ÚN

Aunque su carrera escasamente abarcó un decenio, destacó como actriz, modelo y animadora, por lo cual sus seguidores continúan felicitándola cada 29 de septiembre, a través de las publicaciones que se realizan sobre ella en las redes sociales. Este año, además, resulta especial, porque arribó al séptimo piso.

Corta, pero intensa

Nacida y criada en Puerto Cabello, Corina Coromoto Azopardo Aular estudió en el colegio San José de Tarbes de la ciudad carabobeña, hasta que, por motivos laborales, su padre fue trasladado a Caracas.

No hay documentación sobre lo que vivió hasta su incursión en la pequeña pantalla. Se sabe que debutó en la miniserie infantil Nathaniel y yo. En 1982, repitió en el mismo formato con Te amaré eternamente, historia protagonizada por Flor Núñez y Miguelángel Landa y firmada por César Miguel Rondón para Venevisión.

En ‘Las amazonas’. Foto: Archivo ÚN

El mismo año pasó a las telenovelas. Fue en Lo que no se perdona, que representa el último trabajo en dramáticos de Mary Soliani; y Ligia Elena, exitazo de audiencia que proyectó a Alba Roversi y Guillermo Dávila como estrellas de la constelación televisiva.

El currículo de Corina continuó con La venganza, Nacho, Julia y Diana Carolina, coproducción entre el canal de La Colina y Wapa TV de Puerto Rico.

Entonces llegó su personaje de mayor impacto en Las amazonas, como parte de un elenco protagónico coral, junto a Hilda Carrero, Eduardo Serrano, Julio Alcázar, Alba Roversi y Tony Rodríguez. El hito ocurrió en 1985.

Después de participar en El sol sale para todos, los ejecutivos de la planta la escogieron como cabeza de elenco de Inmensamente tuya, al lado de Henry Galué. Aunque la sintonía escaseó, el tema musical Inmenso, interpretado por Mirtha Pérez, se convirtió en un hit radial.

Foto: Archivo ÚN

El giro

Entre una telenovela y otra, Corina Azopardo fue seleccionada para sustituir a Orlando Urdaneta, en la segunda etapa del sintonizado programa de concursos La estrella de la fortuna, acompañada por el modelo Henry Soto.

También integró los elencos de las películas La generación Halley, El escándalo y Caso Bruzual. Luego de su fracaso como protagonista única, apenas intervino en una miniserie, un culebrón y un unitario.

Su último trabajo fue en 1989, cuando aceptó animar Fortuna 10 en Televen. Solo rompió su retiro en 2007, con un personaje en Acorralada, producida en Miami, su lugar de residencia.




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