Cerca de 250.000 venezolanos en EE. UU. quedarán oficialmente desprotegidos a las 11:59 p. m. de este viernes, cuando venza el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) de 2021, quedando expuestos frente a la deportación.
Semanas atrás, unos 350.000 criollos corrieron con la misma suerte tras llegar a su fin el amparo de 2023.
Sobre esto, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (Uscis) precisó previamente: «Si usted es extranjero y actualmente es beneficiario del TPS para Venezuela, debe prepararse para regresar a Venezuela si no tiene otra base legal para permanecer en Estados Unidos».
Después de que se anunciara la cancelación del TPS, la Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela le solicitó al Gobierno de los Estados Unidos revisar su política migratoria. Desde la coalición opositora, se hizo un llamado directo al gobierno estadounidense para que actúe en «tiempo perentorio» y garantice alternativas que permitan la permanencia legal de la inmensa mayoría. Sin embargo, la administración estadounidense hizo caso omiso a ello.
Algunas alternativas
A pesar de todo lo anterior, los venezolanos todavía pueden recurrir a otras opciones para evitar la deportación. La Alianza Nacional TPS, recomendó a las personas consultar con un abogado de inmigración cuáles deberían ser los pasos a seguir para cada caso.
Haim Vásquez, abogado de inmigración, señaló que pedir asilo todavía es una posibilidad para los migrantes venezolanos, aunque aclara que no son muchos los que cumplen con las condiciones para ello. Deben demostrar que son víctimas de persecución o, en su defecto, un temor fundado de persecución por razones de religión, nacionalidad, raza o pertenencia a un grupo social particular o alguna opinión política.
Esto no es nada sencillo, ya que, según CNN, los tribunales endurecieron los criterios y esta alternativa parece más complicada. El Gobierno de Trump ordenó en abril a los jueces de inmigración desestimar los casos de asilo que consideren «deficientes».
Otras opciones serían casarse si tiene una pareja con ciudadanía estadounidense, o solicitar una visa-U. Esta aplica solamente a víctimas de algunos crímenes y normalmente demora varios años.
«Al momento de perder el estatus, pierden la oportunidad de trabajar legalmente, de mantener un documento de identificación como la licencia de conducir, y otros tipos de beneficios como poder estudiar, obtener créditos», recordó Vásquez.
En el caso de que acepten su salida de EE. UU., el letrado aconseja hablar con un abogado de inmigración para «tomar decisiones que no afecten su futuro y preserven las oportunidades de volver» a EE. UU.
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