La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, evitó este lunes ofrecer detalles sobre posibles nuevas acciones en Venezuela, y confirmó que continuarán los ataques contra embarcaciones presuntamente cargadas de drogas en el mar Caribe.
“No voy a anunciar acciones que puedan o no estar ocurriendo respecto a Venezuela. He sido muy clara sobre la posición de la administración, al igual que el presidente y su equipo de seguridad nacional”, declaró Leavitt ante la prensa.
La portavoz reiteró que la administración de Donald Trump considera al gobierno de Nicolás Maduro “ilegítimo” y enfatizó que el presidente “está muy satisfecho con los ataques exitosos contra narcoterroristas y terroristas extranjeros que trafican drogas ilegalmente hacia Estados Unidos”.
“Él (Trump) no va a tolerar eso, y pueden esperar que esos ataques continúen”, concluyó.
En contexto
Las declaraciones de Leavitt se producen horas después de que el Departamento de Estado de EE. UU. anunciara la designación del denominado “Cartel de los Soles” como Organización Terrorista Extranjera, medida que entró en vigor tras su publicación en el Registro Federal.
Según el documento oficial, la decisión se tomó tras una revisión del expediente administrativo y en consulta con el fiscal general y el secretario del Tesoro.
El secretario de Estado, Marco Rubio, señaló que la organización cumple con los criterios establecidos en la sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), que define las condiciones para declarar a un grupo como “terrorista”.
La inclusión del Cartel de los Soles en la lista de organizaciones terroristas conlleva sanciones más estrictas, la prohibición de brindarles apoyo material y la posibilidad de procesar penalmente a quienes colaboren con la organización. Además, cualquier activo que el grupo tenga bajo jurisdicción estadounidense queda congelado.
La administración estadounidense sostiene que el Cartel de los Soles —al que acusa de estar “dirigido por Nicolás Maduro y miembros de su círculo de poder”— ha “corrompido las fuerzas armadas, los servicios de inteligencia, el poder legislativo y el judicial” en Venezuela. Washington asegura que esta “estructura criminal” está involucrada en actos de violencia terrorista en la región, así como en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Por su parte, el Gobierno venezolano calificó la medida como una “ridícula patraña” y una “infame y vil mentira que busca justificar una intervención ilegítima e ilegal bajo el clásico formato estadounidense de cambio de régimen”.
En un comunicado de la Cancillería, el Ejecutivo expresó su descontento por tener que “dedicar tiempo a responder” lo que considera “calumnias”. “Afortunadamente, el pueblo venezolano está más unido y cohesionado que nunca, atendiendo la vida nacional en todas sus dimensiones y encaminado hacia las festividades navideñas”, señala el texto.
Además, el Gobierno instó a la administración estadounidense a corregir lo que denominó su “errática política de agresiones y amenazas”, asegurando que estas acciones “afectan a los pueblos del Caribe y no contribuyen a un combate efectivo contra el narcotráfico”.
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