Nicolás Maduro aseguró este jueves, en medio de la escalada de tensiones con EE. UU. por su presencia militar en el Caribe, que no existe «ninguna amenaza» que pueda tomarlos por sorpresa, ya que, señaló, el pueblo se preparó para «defender al país».
Durante un acto por el aniversario número 105 de la Aviación Militar Bolivariana, Maduro precisó: «No hay amenaza y agresión que nos tome por sorpresa o que atemorice a nuestro pueblo, que se ha preparado para defender su suelo, su mar, su aire».
Recordó que, desde hace 17 semanas, fuerzas extranjeras imperialistas «amenazan continuamente con alterar la paz del mar Caribe y Venezuela, bajo falsos argumentos que no les cree nadie».
«Han sido 17 semanas de guerra psicológica», acotó el mandatario.
Durante su discurso, el líder chavista precisó que todas las encuestas señalan que «más del 94% de los venezolanos rechaza una agresión militar y apoya el esfuerzo de paz que se hace». «El 82% de los venezolanos dice que están dispuestos a defender su patria con arma en mano», agregó.
Por otro lado, haciendo un balance, Maduro resaltó que el chavismo ha logrado avanzar para que el país «crezca, se diversifique su economía y se expanda los mercados». «Hoy la democracia es algo tangible y se practica intensamente en el territorio», apuntó.
Finalmente, puntualizó que Venezuela ha logrado ocupar «un lugar respetable en este mundo con el concepto de democracia del Libertador, Simón Bolívar».
Contexto
Las palabras de Maduro llegan pocos días después de que el Departamento de Estado de designara al Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO, por sus siglas en inglés), una clasificación que implica sanciones severas, congelamiento de activos y la prohibición de brindar apoyo material al grupo.
El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que la organización “cumple con todos los criterios establecidos en la Ley de Inmigración y Nacionalidad” para que se le considere una entidad terrorista.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó el martes que está dispuesto a “resolver los problemas por las buenas”, aunque advirtió que también está preparado para “hacerlo por las malas”.
El gobierno de Nicolás Maduro respondió calificando la decisión de Washington como una “ridícula patraña” y una “infame y vil mentira que busca justificar una intervención ilegítima”
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