José Leggio Cassara - PetroSima, el motor innovador de la petroquímica en Venezuela - FOTO


DAT.- Hablar de Petroquímica SIMA, C.A., conocida como PetroSima, es hacerlo de una empresa que desde su fundación, hace más de 50 años en los Valles del Tuy (Charallave), ha sostenido un crecimiento vertical en las instalaciones de sus reactores y plantas productivas, posicionándose como un pilar fundamental en la industria nacional al transformar materias primas en soluciones esenciales para múltiples sectores económicos.

Bajo el liderazgo del Ingeniero José Leggio Cassara, PetroSima opera con una visión estratégica que integra tecnología moderna y compromiso con la excelencia, abasteciendo mercados locales e internacionales con productos de alta pureza y rendimiento. Esta compañía, arraigada en la tradición industrial del país, no solo responde a demandas inmediatas, sino que anticipa necesidades futuras en un entorno de constante evolución tecnológica y ambiental.

Desde sus inicios, por allá en 1975, PetroSima ha enfocado sus esfuerzos en procesos de producción eficientes que minimizan impactos ambientales mientras maximizan la calidad. Su capacidad instalada, distribuida en líneas especializadas, permite una salida anual significativa en toneladas métricas, consolidándola como el principal proveedor de anhídrido ftálico en Venezuela. Esta posición no surge por casualidad: responde a una cadena de valor bien estructurada que va desde la selección de materias primas hasta la distribución logística, todo ello impulsado por un equipo humano capacitado y motivado.

Productos que definen la excelencia industrial

Los productos de PetroSima destacan por su versatilidad y aplicaciones prácticas en industrias clave. El anhídrido ftálico, su buque insignia, actúa como materia prima indispensable para fabricar resinas alquídicas, ésteres plastificantes, resinas de poliéster y colorantes. Además, se utiliza en la síntesis de ácido benzoico, sales metálicas, anhídrido tetracloroftálico y ácido tereftálico, contribuyendo a sectores como la construcción, automotriz y farmacéutica. Esta molécula, producida mediante procesos de oxidación catalítica avanzados, garantiza pureza superior y estabilidad térmica, lo que la hace ideal para formulaciones de alto desempeño.

En paralelo, la línea de plastificantes revela la adaptabilidad de PetroSima a demandas específicas. El Dioctil Ftalato (D.O.P.), el plastificante más empleado globalmente, se destina a plásticos flexibles con propiedades como insolubilidad en agua, resistencia al calor y a la luz ultravioleta, además de excelente compatibilidad química y durabilidad contra la hidrólisis.

Por su parte, el Dipropil Heptil Ftalato (D.P.H.P.) ofrece baja volatilidad y permanencia excepcional en aplicaciones de construcción, cables eléctricos y componentes automotrices, reduciendo costos de mantenimiento a largo plazo.

No menos importante, el D.O.P. Atóxico, elaborado bajo condiciones rigurosas de purificación con mínimo residuo alcohólico, soporta la producción de empaques y tapas para la industria alimentaria, cumpliendo estándares de seguridad para bebidas y alimentos envasados.

Finalmente, el PVC y otros derivados completan un portafolio que atiende desde envases cotidianos hasta infraestructuras complejas, demostrando cómo PetroSima integra innovación en cada molécula.

Capacidad instalada y cadena de producción

La capacidad instalada de las líneas de producción de PetroSima es digna de mención aparte pues es una de las razones por la cual la empresa se mantiene a la vanguardia en el sector petroquímico nacional. En ese sentido, lo primero que hay que mencionar es que la compañía tiene una capacidad significativa en la producción de anhídrido ftálico, con 74.000 T.M. anuales.

Cuando hablamos de los plastificantes D.O.P. y D.P.H.P., sus promedios de producción anual son de 40.000 T.M. y 12.000 T.M., respectivamente. Y, en cuanto a la distinción de un D.O.P. ‘Grado Atóxico’, de este se producen 6.000 T.M. al año.

Otro punto que merece ser detallado es el que concierne a la cadena productiva de PetroSima y su flujo de producción desde las materias primas hasta los destinos finales de los productos. Esta se divide en tres grandes áreas o etapas, siendo la primera una reservada al Estado venezolano y que consiste en la gestión inicial de las materias primas.

En esta etapa hablamos del manejo del petróleo (materia prima fundamental) y su refinación (proceso que convierte el petróleo en diversos productos), y el posterior trabajo con las naftas (un producto de la refinación del petróleo, esencial para la petroquímica), incluyendo la reformación catalítica, que es un proceso que convierte naftas en aromáticos tales como benceno, xilenos y toluenos.

Luego viene la etapa de producción principal, donde PetroSima utiliza los insumos de la etapa anterior para producir sus propios productos, específicamente el o-xileno, que alimenta directamente la producción de anhídrido ftálico, el cual, a su vez, se utiliza en la producción de plastificantes (DOP, DPHP, DOP Atóxico, DIDP) y alcoholes.

Por último, llega la etapa donde se establece el destino hacia donde se dirigen los productos finales de PetroSima. Los plastificantes, por ejemplo, son esenciales en la industria del plástico, especialmente para polímeros como el PVC, confiriéndoles flexibilidad. Las resinas alquídicas son componentes clave en pinturas y recubrimientos, mientras que los poliésteres orto ftálicos se usan en resinas de poliéster insaturado para fibra de vidrio, composites, etc. Esto demuestra que la empresa abastece a múltiples segmentos industriales.

Misión y valores que guían el éxito sostenible

La misión de PetroSima radica en fabricar y comercializar productos petroquímicos de alta calidad que satisfagan las expectativas y necesidades de clientes nacionales e internacionales. Este enfoque se traduce en políticas internas que priorizan la garantía de pureza y eficacia, asegurando que cada entrega eleve la competitividad de sus socios comerciales. Esta orientación se refuerza con un énfasis en la formación continua, donde el capital humano recibe entrenamiento especializado y equipos de protección personal de vanguardia, fomentando un ambiente laboral sano y productivo.

Los valores que rigen a la empresa incluyen integridad en cada etapa operativa, innovación constante para superar retos del mercado y responsabilidad social hacia el entorno. Estos principios no son meras declaraciones: se materializan en prácticas diarias que promueven la eficiencia energética y la reducción de emisiones, alineándose con estándares internacionales de sostenibilidad. Así, PetroSima no solo produce, sino que cultiva relaciones duraderas basadas en confianza y excelencia.

Objetivos que impulsan el crecimiento nacional

Entre sus objetivos primordiales, PetroSima busca expandir su capacidad productiva mediante inversiones en tecnología de punta, con miras a incrementar la oferta de anhídrido ftálico y plastificantes en un 20% anual. Otro pilar es diversificar mercados, penetrando en regiones asiáticas y europeas donde la demanda de materiales ecológicos crece exponencialmente. Además, la empresa aspira a fortalecer alianzas con instituciones venezolanas para transferir conocimiento técnico, elevando así el nivel general de la industria petroquímica local.

Estas metas se entrelazan con una visión más amplia: contribuir al desarrollo económico del país mediante la generación de empleo calificado (hoy día emplea directamente a más de 1200 trabajadores, beneficiando indirectamente a más de 6 mil familias) y la sustitución de importaciones. En un contexto donde Venezuela busca autoabastecimiento, PetroSima emerge como catalizador, reduciendo la dependencia externa y estimulando cadenas productivas en manufactura y construcción. Su rol trasciende lo comercial; al potenciar sectores downstream, fomenta innovación en productos terminados que impactan la vida diaria de millones, desde envases seguros hasta infraestructuras resilientes.

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Impacto profundo en el tejido industrial venezolano

La importancia de PetroSima para la industria petroquímica venezolana es innegable: como principal suplidor de anhídrido ftálico, soporta el 70% de la producción nacional de resinas y plásticos, evitando fugas de divisas y estabilizando precios internos. Esta contribución se amplifica en el desarrollo general del país, donde la petroquímica representa un vector de industrialización inclusiva. Al priorizar procesos modernos y eficientes, la empresa mitiga vulnerabilidades ante fluctuaciones globales del petróleo, diversificando la matriz económica hacia valores agregados.

En esencia, PetroSima encarna la resiliencia venezolana, transformando recursos naturales en oportunidades globales. Su trayectoria, iniciada en 1975 y marcada desde entonces por adaptaciones ágiles y compromisos éticos, ilustra cómo una visión audaz puede forjar progreso duradero. Bajo liderazgos como el del empresario italiano Francesco Leggio Lo Curto al principio de todo, como del Ingeniero José Leggio Cassara actualmente, continúa tejiendo un futuro donde la innovación petroquímica impulse no solo industrias, sino el bienestar colectivo.

(Con información de José Leggio Cassara)


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