Una valla inexpugnable, unos guardias armados con actitud de alerta, una orden para no dejar entrar al hotel de resguardo ni siquiera a los periodistas. No se trata de la selección de Chile ni tampoco a de la Vinotinto en Santiago. Era la selección alemana, que el domingo disputaba un partido clasificatorio para la Europa League en el Europa-Park Stadium de esta ciudad, ante Bosnia y Herzegovina. Así cuidan, con celo de amantes y como asuntos de estado, a los representativos europeos.
Visto esto, son medidas extremas que no se hacen en América del Sur, y esto no está mal, porque el jugador necesita ese contacto con la gente. Hay cuidado, hay vigilancias, pero mucho más abierta con los futbolistas. Así deben de estar para hoy australes y venezolanos, en la espera de un partido que mucho habrá de decidir para el porvenir de los dos escuadrones…
Aunque nos parece que aún es relativamente temprano para hablar de posibilidades numéricas, ya el lunes, en nuestra página, hablamos de vencer la Vinotinto en los tres partidos en casa abriría el abanico mundialista. Y aunque no es definitivo, el partido de hoy se viste de gran importancia. De solucionar el juego con empate o victoria, Venezuela estaría en el camino cierto pues mantendría su comunión con los números.
Pero una derrota sería para pensar las cosas, porque tendría 12 puntos en 12 partidos, un ritmo de 18 al final de las 18 jornadas claramente insuficientes para llegar al gran y soñado objetivo…
Y vaya con la tecnología. Hace unos días conseguimos en Internet una clasificación final del Premundial Suramericano hecho por la llamada “Inteligencia Artificial” (no sé por qué le dieron ese nombre, cuando ella es diseñada y hecha por la inteligencia humana), en la que Argentina sería primera del grupo con 39 puntos, seguida de cerca por Colombia, con 36.
Luego Brasil, 31, Uruguay, 29, Ecuador, 27, Paraguay, 25, Bolivia, 24, Perú 10, Chile 10. ¿Y Venezuela? Bueno, octava después de los bolivianos, con 17. ¿Octava, sin siquiera poder disputar la repesca? Caramba, ese recurso tecnológico debe andar perdido “en la noche de los tiempos” y sin conocimiento del fútbol que por esta región se juega.
Esperemos el final de la clasificación, a ver sin la “IA” es tan sabia como dicen algunos, o es solamente una jugarreta de los tiempos actuales. Si Venezuela no va al Mundial de 2026, qué le vamos a hacer; pero si consigue, luego de tanto sudor y fútbol del bueno llegar a la meta, que la tal inteligencia ni se asome por el territorio venezolano. Dígame, octava y con 17 puntos. No joda.
Nos vemos por ahí.
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