Aramburu: “El futbol nos tiene preparado algo muy bonito”


La geografía, y con ella los mapas de las naciones, demoran siglos en modificarse. Circunstancias imprevistas y a veces guerras producen estos cambios impensados, que por igual modifican la visión del mundo de sus sociedades. Algo así ha pasado con Venezuela y su fútbol; el mapa venezolano y la conducta de su gente se han modificado, y se ha pasado de un optimismo a veces desmedido con la Vinotinto, a un pesimismo pesado, amargo. Si se echa un vistazo y revisamos las fronteras nacionales, podemos divisar por el norte a Curazao, y un poco más allá en el mar Caribe, a Haití; por el sur, Brasil, por el este, Surinam, y por el oeste, Colombia.

Esa es la realidad actual, con realidades futbolísticas que en el buen sentido deberían estar por debajo de Venezuela, pero que en los hechos la han superado, o al menos, están en el Mundial del 2026…

Porque, quien en sus sano juicio podría suponer que dos debutantes, Curazao y Surinam, iban a pisar el césped de Estados Unidos, México y Canadá, como los flamantes debutantes mundialistas? ¿Quién podrís pensar que esta selecciones iban a estar antes que la Vinotinto en la brega del Mundial? Da escalofrío, por no decir vergüenza, aceptar esta realidad. ¿Cómo hicieron? Ah, según algunos, “porque disputan una clasificación de poco nivel fútbolístico”.Bueno, depende. Se puede ver así, pero también que el Premundial Suramericano ha perdido exigencia: siete de diez, el setenta por ciento de los equipos (incluyendo aquí a Bolivia, ahora en el repechaje) podían llegar. Si Curazao y Surinam, además de Haití mundialista en Alemania74), entraron en la cita universal, hay que decir que su viaje eliminatorio fue, cuando menos y con varias vueltas de innumerables selecciones, extenuante…

Así pues, y hasta que llegue otro enjambre Premundial, las fronteras de Venezuela serán las descritas. Ahora bien; se corre el cortinaje y la incertidumbre toma el escenario: ¿cómo irá a ser la nueva manera de ser miembro del club? Porque mientras Uruguay, Argentina y Paraguay ya están clasificados por ser anfitriones de los actos inaugurales para el 2030, aún no se sabe qué pasará con los otros siete.

Son múltiples las teorías posibles, y una de ellas, tal vez la más descabellada pero no por eso imposible, habla de clasificar por vía directa a todos los demás. Esta resolución le quitaría al hecho de llegar toda significación, toda posibilidad de mostrar el orgullo de ser numerario exclusivo de la cofradía mundial. Sería, pues, un “carnaval futbolístico” y un magnífico lugar para ir, con los celulares encendidos, en busca de lindas fotos en tradicionales lugares de típico turismo.
Nos vemos por ahí.


www.liderendeportes.com

Ver fuente