Después de nueve años dolorosos, y por undécima vez que lo intentó, el Manchester United puso fin a su mal momento en Anfield con una victoria por 2-1 sobre el campeón defensor de la Liga Premier, el Liverpool, el domingo.
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El cabezazo de Harry Maguire en el minuto 84 selló una de las victorias más importantes del United bajo la dirección del entrenador Ruben Amorim y condenó al Liverpool a su cuarta derrota consecutiva en todas las competiciones.
La frustración por tantas experiencias miserables en Merseyside pareció brotar de Maguire mientras el defensor celebraba frente a los fanáticos visitantes del United.
“Significa todo. Nos han superado en los últimos años y lo sabemos, y no ha sido suficiente para nuestro club”, dijo Maguire. “El viejo cliché dice que solo son tres puntos, pero definitivamente no lo son. Significa mucho más que eso para el club, los chicos y la afición”.
El gol de Maguire llegó al final de otro partido frenético y emocionante que enfrentó al Liverpool en una temporada de finales dramáticos para el equipo de Arne Slot.
Liverpool encadena derrotas recibiendo goles en los últimos 10′
Son tres partidos de liga consecutivos en los que el Liverpool ha sido derrotado por un gol marcado en los últimos 10 minutos del tiempo reglamentario o después. Antes de eso, había conseguido victorias a duras penas en seis de los primeros siete partidos.
Así, aunque el gol de cabeza de Maguire mantuvo la tendencia perdedora, quizá la mayor sorpresa fue que no hubo otro giro en la historia. Pudo haber ocurrido cuando Cody Gakpo cabeceó desviado con el arco abierto y el cuarto árbitro indicó que habría ocho minutos de tiempo adicional.
El delantero holandés ya había empatado el marcador con el Liverpool en el minuto 78, rematando desde corta distancia después de que Bryan Mbeumo había puesto al United en ventaja a los dos minutos.
AP
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