Se va el invierno y llega, con las primeras brisas del sur, la primavera. Es marzo, y marzo es tiempo de estupendas rememoraciones para la selección Vinotinto.
En marzo, en un día 18 como hoy pero de 2003, una ráfaga de valor y orgullo nacional alcanzó para batir, en minutos de posguerra, a Bolivia. Perdía Venezuela, pero un lanzamiento de tiro libre de José Manuel Rey en el 90, y una hombrada de Juan Arango, ¿Quién más sino él?, le dieron a la Vinotinto un victoria escurridiza, un aventón que en aquellos momentos parecía imposible.
Estábamos ahí, en la tribuna de prensa del estadio Pachencho Romero de Maracaibo, y a nuestro lado Richard Páez, a la sazón suspendido; por ello daba las instrucciones por Woki-Toki a Napoleón Centeno, por entonces secretario de viajes de la selección. “¡Esa es Venezuela, carajo!”, gritó Páez enfervorizado por lo que acababa de conseguir.
Y de nuevo, marzo. Fue en el último día de ese mes, ahora de 2004, un año y trece días después de la victoria sobre los bolivianos.
La prensa uruguaya se mofaba de mala manera de la Vinotinto, “¿qué vinieron a buscar los venezolanos a Montevideo?”, se leía y se oía, sin contar que aquel equipo tenía nuevas convicciones, nuevas creencias de que todo era posible. Juan Ramón Carrasco, técnico uruguayo y por una vez jugador del Marítimo de Venezuela, prometía dieciocho llegadas al arco de Gilberto Angelucci.
Comienza el partido, y la educada pierna zurda de Gabriel Urdaneta, en el 19, fue el primer aviso; en el 67 le correspondió a Héctor González; y en el 77, con Álvaro Recoba, caudillo de Uruguay ya con los brazos caídos, fue Juan Arango quien clavó en la espalda del anfitrión la puntilla definitiva.
Había dolor en Montevideo, en todo el país oriental, porque mire que ser goleado por el que se suponía era el equipo más débil de toda Suramérica. Entre tanto, en el camerino de visitantes había jolgorio por lo conseguido, por haber conquistado la victoria ante de una de las selecciones más bravas de Suramérica. Habíamos visto el partido, junto al compañeros Néstor Beaumont, desde la tribuna de periodistas, y un abrazo de complacencia acompañó a aquella alegría.
Camino a la rueda de prensa pospartido, nos topamos con Páez y le preguntamos: “¿Esta ha sido la más grande victoria del fútbol venezolano?”. Y el hombre, sin aspavientos ni poses, solo nos dijo: “Yo creo que sí”.
Y nosotros también creemos que vencer a Uruguay en el mítico estadio Centenario ha sido una gesta a las que el fútbol de este país no estaba acostumbrado. Empero, estas dos victorias no solo fueron para alimentar el respeto por la Vinotinto, sino que sirvieron de alerta a las demás selecciones de la región de que por ahí anda un nuevo rival.
Y si no, pues solo recordemos el mes de marzo.
El mes cuando la Vinotinto derriba adversarios. Así se llame Bolivia, así se llame Uruguay.
Septiembre ha sido amable
El paso victorioso de la Vinotinto también ha sido provechoso en el noveno mes del año. Chile fue doblegado en septiembre de 2001 en la que fue la primera victoria en el exterior en un Premundial; Colombia fue castigada con gol de Juan Arango, por excepción, en noviembre de 2003, pero Ecuador también fue batido en septiembre de 2009. Por si no bastara, Paraguay también probó el sabor amargo al rendirse en septiembre de 2012.
Todas estas conquistas reflejaron a una selección que pasó, transfigurada, de acompañante a competidora, y la que se le planifican los partidos para enfrentarla, no vaya a ser. Solo Argentina, Brasil y Perú se han mantenido en pie ante la propuesta venezolana más allá de las fronteras.
En la continuación de la clasificación, Venezuela tendrá la posibilidad de batir a argentinos en Buenos Aires y a peruanos en Lima.
EN TIPS
Arranque. El 21 de este mes, mágico marzo, la Vinotinto chocará en Miami contra Italia. Será el inicio del ciclo preparatoria de Venezuela hacia el Premundial.
Único. El Caracas se convirtió en el primer equipo venezolano en vencer al River Plate en Buenos Aires. Luego repitió su hazaña al ganarle otra vez en Cúcuta.
Grande. Aunque fue no se trató de un partido oficial, la selección derrotó por única vez en la historia a Brasil. El partido se jugó en Foxboro, Massachusetts.
Maracaná. En 1971, el Deportivo Italia fue al estadio de Río de Janeiro para vencer al Fluminense 1-0. En el partido en Caracas los brasileños habían goleado 6-0.
Montevideo. En el Campeonato Suramericano (hoy Copa América) de 1967, Venezuela liquidó por 3 a 0 a Bolivia. Fue la primera victoria fuera del país del equipo nacional.
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