Más que fuerza, persistencia - Líder en deportes


En el beisbol cada vez hay más estadísticas que intentan explicarlo todo, pero por más métricas que se ingenian resulta imposible que un número cuente todo lo que influye en el comportamiento de un jugador, que más allá de ser un profesional es un ser humano que atraviesa días buenos y malos como todo el mundo. Hace algunos días Eugenio Suárez hablaba de que su bajón ofensivo luego de la primera semana de acción y reconocía que comenzar dando jonrones a diestra y siniestra fue un tanto contraproducente porque, al final, te empeñas siempre en conseguir el mismo resultado y eso es imposible, llega entonces la frustración y comienza el verdadera desafío.

No hay estadística avanzada que pueda medir cómo influye el estado anímico de los jugadores en sus promedios. Por eso es que hay un factor humano que es insustituible, por eso existen los coaches, ex jugadores, hombres de beisbol, que saben lo difícil que es salir de un slump y brindan herramientas o consejos que van más allá de los ajustes en el plato. En medio de su bajón ofensivo, Eugenio recibió un par de consejos claves: buscar pegarle bien a la pelota, sin querer sacarla del parque, y no pensar tanto en el beisbol, compartir con su familia y nutrirse de todas esas cosas que lo hacen feliz. Poco a poco fue mejorando sus conexiones y, aunque los hits no llegaban y su promedio desmejoraba, el estaba convencido de que había un progreso.

Pues bien el momento llegó y de qué manera. El sábado, en el compromiso ante los Bravos de Atlanta, “Geno” estuvo perfecto de 4-4, pero lo más sorprendente es que todos sus hits fueron jonrones y terminó empujando cinco carreras. Ni él mismo podía creerlo. Apenas había conectado un par de bambinazos en todo el mes y de pronto asaltó el liderato llegando a 10 estacazos. Se convirtió además en el decimonoveno pelotero en la historia que consigue cuatro bambinazos en un mismo juego, apenas el segundo nacido en Latinoamérica y el segundo tercerabase.

Y es que, aunque el beisbol moderno ha multiplicado a los jonroneros, es realmente difícil que un mismo pelotero consiga tantos bambinazos en un mismo juego. De hecho, es la primera vez que ocurre desde 2017, cuando lo hizo J.D. Martínez también con Arizona. Ahora en la cosecha personal de Eugenio hay 286 bambinazos, es decir, está a sólo dos de la marca de Bob Abreu, que ocupa la quinta posición en el ranking de los criollos más jonroneros de las Grandes Ligas y a siete de Magglio Ordoñez, que abre el top 3.

Si, hoy todos hablan de Eugenio por su exhibición de poder, pero más allá de eso hay que destacar su persistencia y el temple que ha tenido para que el slump no lo desaliente y por el contrario lo invité a mejorar. Al final, es verdad, no todos los días se dan jonrones, pero sí que se puede intentar mejorar todos los días. La persistencia y la autocrítica son la clave.


www.liderendeportes.com

Ver fuente