Satisfecho, orgulloso y lleno de nuevas ilusiones, llegó Raiber Rodríguez a su natal estado Barinas. Ahora como campeón panamericano de lucha, estilo grecorromado, y con el boleto a París 2024 asegurado.
Tras exitosa participación en el Campeonato Panamericano y el Torneo Preolímpico que se celebró en Acapulco, México, lo que más deseaba era reencontrarse con su familia y compartir la gloria de ser parte de la delegación de, hasta ahora, 12 atletas que representarán a Venezuela en los Juegos Olímpicos.
La cita de París es, sin lugar a dudas, un premio a su consistencia y un reto enorme. Él estuvo en Río 2016 y luego de caer en la segunda ronda decidió alejarse del deporte para dedicarse a su familia. Esta nueva clasificación le sabe a revancha.
“Más que un sueño, un reto. Después de los juegos de 2016 estuve retirado y en el 2021, volví a la lucha, volví al equipo nacional. Me propuse este reto y hoy en día está materializado”, contó el luchador, en unas declaraciones compartidas por el COV.
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Un Raiber Rodríguez mucho más maduro, con mucho “más roce internacional”, es el que veremos en París, buscando -por supuesto- subir al podio.
“Ahora voy a seguir trabajando no solo para participar, sino para buscar la medalla olímpica”, sostuvo con seguridad.
Coleccionó bronces en todas las grandes justas del ciclo: Bolivarianos Valledupar 2022, Suramericanos Asunción 2022, Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2022 y Panamericanos Santiago 2023. Este año se propuso cambiar el color de esas preseas y lo logró, está listo para el siguiente nivel.
“En el Panamericano obtuve la medalla de oro y aquí (en el Preolímpico) la clasificación. Eso significa que ha habido un avance… El enfoque (ahora) es la medalla olímpica”, concluyó.
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