Willie Mays cautivó a la afición caraqueña


A lo largo de las últimas ocho décadas en las que se han celebrado 66 ediciones de la Serie del Caribe, son abundantes los nombres de peloteros de sobresaliente trayectoria en las Grandes Ligas que han desfilado por los diversos diamantes de los países competidores.

Entre los más notables jugadores que han paseado su talento por la competencia que tiene dos etapas, la primera de 1949 a 1960 y la segunda desde 1970 a 2024, figura el legendario jardinero estadounidense Willie Mays, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.

Willie Mays fue una de las mayores atracciones de la Serie del Caribe de 1955 (séptima de la fase inicial), la segunda que se celebró en Venezuela, después San Agustín-1951, y la primera que tuvo como escenario el entonces moderno parque de la Ciudad Universitaria de Caracas.

A la edad de 24 años, Mays, era una de las principales piezas de los Cangrejeros de Santurce, campeones de la liga de Puerto Rico, a los que reforzó después de cumplir destacada actuación en su tercera campaña con los Gigantes de Nueva York, en la cual ganó el título de bateo (.354), el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y alzó el trofeo de campeón de la Serie Mundial por barrida en cuatro juegos ante los Indios de Cleveland.

No hacerse “el Güili”

Los Cangrejeros le dieron esa vez a la fanaticada puertorriqueña su tercera corona consecutiva en la primera etapa, al dejar marca de 5-1. Fueron escoltados por los anfitriones, Navegantes del Magallanes (4-2, los cubanos Alacranes del Almendares (2-4) y el Carta Vieja (1-5) de Panamá.

Bajo el mando de Herman Franks, la formación ofensiva de los campeones, conocida como el “Escuadrón del Pánico”, la conformaban Don Zimmer (SS), Roberto Clemente (LF), Mays (CF), Buster Clarkson (3B), Bob Thurman (RF), George Crowe (1B), Harry Chitti (C) y Ronnie Samford (2B).

Santurce dio cuenta del Almendares (6-2) en la jornada inaugural y en la segunda fecha superó 2-1 al Carta Vieja con sobresaliente ataque de Zimmer, quien dio par de cuadrangulares, mientras que Mays se fue en blanco en ocho turnos.

Mañana se estarán cumpliendo 69 años de la memorable jornada de Mays en Venezuela. Desde ese día la jerga popular acuñó la frase “no te hagas “el Guili”.

En un estupendo duelo de abridores entre el zuliano Ramón Monzant y Sam Jones, Magallanes salió adelante con dos anotaciones en los primeros dos innings. Santurce descontó con una en el primero y empato en el cuarto.

Mays se fue en blanco en los cuatro primeros turnos para ampliar a de 12-0 su slump.
En algún momento la sequía debía finalizar. Y fue en el cierre de la undécima entrada, en el quinto turno que consumió en el juego frente a Monzant, su compañero en las filas de los Gigantes neoyorquinos.

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Clemente, quien a los 20 años se alistaba para jugar su primera campaña con los Piratas de Pittsburgh, inició la tanda con hit. Se suponía que en lugar de Mays ingresaría un emergente o que el mánager de los Cangrejeros ordenaría el sacrificio, debido al slump de Mays. Pero recibió el voto de confianza y dio el histórico tablazo que dejó al Magallanes en el campo.

De allí en adelante, dio 11 hits en sus últimos trece turnos para terminar con average de .440 en seis juegos, el segundo mejor de la serie, con lo cual confirmó que no se “había hecho el musiú”en la primera mitad del calendario.

Esa primera serie disputada en el Universitario fue tan exitosa en asistencia como la que se acaba de celebrar en Miami. Algunos diarios calcularon en 40.000 personas la asistencia el día inaugural, se vendieron 122 mil boletos y la recaudación fue cercana al medio millón de bolívares.


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