El C-5 Super Galaxy es el avión militar más grande del mundo mientras que el C-17 Globemaster III se utiliza para realizar misiones de transporte, evacuación médica y lanzamiento aéreo de paracaidistas y equipo pesado, como tanques.
Dos de los aviones de guerra más poderosos del mundo aterrizaron en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional de Las Américas de República Dominicana.
El C-5 Super Galaxy, que está ahora en la Base Aérea de San Isidro, es considerado uno de los aviones militares más grandes del mundo. Según sus fabricantes puede transportar más carga a mayores distancias que cualquier otra aeronave y ha sido utilizado en diversas operaciones militares estratégicas en Afganistán, Irak, o la Guerra del Golfo, básicamente ara transportar tropas y equipo pesado (tanques, helicópteros), así como para transporte de cargas especiales.
El otro avión, el C-17 Globemaster III, que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, es conocido como un avión de transporte militar capaz de desplegar rápidamente tropas y carga pesada.
Puede operar desde pistas cortas o no pavimentadas para realizar misiones de transporte, evacuación médica y lanzamiento aéreo de paracaidistas y de equipo pesado, como tanques. Ha sido utilizado para transportar tropas, vehículos y suministros a zonas de conflicto – como en Afganistán e Irak- y en áreas de desastre.
Estos aviones, según la prensa dominicana, están destinados a las operaciones acordadas con el Gobierno dominicano durante la pasada visita del secretario del Departamento de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, e incluyen el traslado de insumos y equipos que serán utilizados por personal.
«Pese al amplio despliegue técnico y de seguridad observado en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, se mantuvo un notable hermetismo por parte de las autoridades en torno a ofrecer detalles adicionales sobre la naturaleza exacta de la carga y el alcance de la misión, limitando la información suministrada a los medios de comunicación acreditados en la terminal.»
Hasta ahora, la reacción de los gobiernos aliados de Venezuela, han sido cautos frente al operativo militar desplegado por EE.UU. en el Caribe. Hace poco, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, declaró a la agencia de noticias TASS que «sigue con gran inquietud» las tensiones en torno a Venezuela y advierte a Washington contra la posibilidad de dar un paso más hacia la confrontación abierta.
El diplomático ruso indicó que la línea de la Casa Blanca busca consolidar un «dominio incuestionable» de Estados Unidos en la región, algo que describió como la «marca registrada» de la Administración de Donald Trump. Al mismo tiempo, recordó que Rusia firmó recientemente un acuerdo de asociación estratégica y cooperación con Venezuela.
«En esta hora de pruebas estamos con el liderazgo de Venezuela hombro con hombro y esperamos que la Administración Trump se detenga antes de un conflicto a gran escala, a ello la exhortamos», dijo.
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