El presidente de Colombia, Gustavo Petro, habló este domingo sobre su postura frente a la situación en Venezuela, señalando que, si bien «no respalda al gobierno de Nicolás Maduro, tampoco avala ninguna acción militar que implique una invasión al país».
“Yo no apoyo a Maduro, quiero una solución política y pacífica en Venezuela, pero no apoyo una invasión”, escribió Petro en su cuenta de X, subrayando su apuesta por un enfoque diplomático y de negociación para resolver la crisis venezolana.
En la misma publicación, el mandatario colombiano vinculó la posible intervención militar con intereses económicos en torno al petróleo. Según Petro, una invasión «podría desplomar los precios internacionales, concentrar el petróleo en manos árabes, limitar a Estados Unidos al petróleo pesado y afectar gravemente a Ecopetrol, generando pérdidas económicas importantes».
Además, advirtió sobre las repercusiones para la población: “Los que aplauden la invasión lo que desatan es la quiebra de Ecopetrol y millones de venezolanos hermanos en nuestro territorio. Irresponsables los apátridas”, enfatizó, destacando los riesgos sociales y financieros de una eventual acción militar extranjera.
El mensaje de Petro llega en un contexto de creciente presencia militar estadounidense en la región. El gobierno de Donald Trump autorizó recientemente operaciones encubiertas de la CIA dentro de Venezuela. Además, la Administración Federal de Aviación (FAA) emitió recientemente un aviso a aerolíneas internacionales sobre una “situación potencialmente peligrosa” al sobrevolar el espacio aéreo venezolano, lo que provocó la cancelación de vuelos por parte de al menos tres compañías.
La escalada coincide con la próxima decisión de Washington de designar al llamado Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera, medida que la administración estadounidense asegura ampliará sus opciones para futuras acciones contra el narcotráfico. Maduro niega liderar esa estructura y rechaza las acusaciones.
A pesar de esto, Trump ha dejado abierta la posibilidad de un eventual diálogo con Caracas, mientras fuentes estadounidenses confirman que ya se mantienen contactos entre ambos gobiernos, sin que se sepa si estas conversaciones afectarían la escala o el calendario de las operaciones proyectadas.
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