El circuito ha sido invadido por la gente, que ha derribado algunas vallas, mientras la policía ha cargado en algunos puntos de la ciudad
por INFOBAE
No habrá final de la Vuelta a España. Aunque estaba anunciado que habría protestas por la situación en Gaza, y Madrid había anunciado un despliegue policial sin precedentes para evitar incidentes, al final los manifestantes lograron su objetivo: cientos de personas cortaron diversos tramos del recorrido en el centro de la ciudad, mientras la policía ha cargado contra la gente en algunos puntos, que por su parte derribaba las vallas y lanzaba objetos como botellas.
Poco antes, la organización de la Vuelta buscó evitar este resultado con un cambio de recorrido en la etapa final que no había sido comunicado previamente, modificando la entrada a Madrid a las 17:30. En concreto, se evitó el paso por el centro de Alcobendas y los ciclistas han ido por una variante.
La Vuelta tenía previsto recorrer las principales calles del Madrid histórico, con paso por la Puerta del Sol, calle Mayor, plaza de Oriente, Paseo del Prado, Gran Vía o Callao. Desde el Ayuntamiento de Madrid se preveía una asistencia superior a las 50.000 personas. Pero no ha ocurrido: los manifestantes lograron ocupar la Gran Vía a la altura de Callao, y también en el Paseo del Prado, donde obstaculizaron el paso de los ciclistas, que tuvieron en muchos casos que bajarse de sus bicicletas, enfrentándose incluso a las personas que portaban las pancartas y les impedían continuar con la competición. Tras las conversaciones con el director de carrera se detuvo definitivamente la carrera. Los ciclistas esperaron sobre el terreno con sus bicicletas para ser escoltados por la Policía hacia los vehículos de equipo o sus hoteles.

Las escenas más tensas se vivieron cerca de Atocha, con enfrentamientos entre policías y manifestantes, unas cargas que se han producido en otros lados, como la Gran Vía.

Cuando la organización de la Vuelta dio por finalizada la última etapa, faltaban casi 60 kilómetros para el final, que debían realizarse dando vueltas por el circuito madrileño. Como no ha sido posible, este ha sido el final de la competición, ganada por el ciclista danés Jonas Vingegaard. Sin embargo, por los incidentes no ha podido subir al podio a recibir el jersey rojo como ganador de esta edición.
Antes de esta etapa, en declaraciones al medio danés Feltet, Vingegaard reflexionó sobre la situación: “He dicho que entiendo lo que está pasando y por qué protestan. Ojalá lo hubieran hecho en otro sitio, no lo voy a ocultar, para que pudiéramos correr como es debido. Pero lo hacen por una razón. Han encontrado aquí una plataforma que no han podido encontrar en ningún otro sitio”.

Las reacciones no se han hecho esperar. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha trasladado su apoyo a las protestas propalestinas.

“La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la vuelta ciclista. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad”, ha señalado a través de un mensaje en la red social Bluesky, recogido por Europa Press.
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