Ser campesino es todo, porque tierra sin campesino es nada tampoco. Ser campesino es un sentir, es un habitad. Es como el nido que utilizan los pajaritos para criar sus polluelos. Ser campesino es el orgullo que tenemos los venezolanos porque todavía luchamos y no estamos arrodillados ante nadie.
Un campesino se siente mal y tiene a la mano la cura para la mayoría de sus enfermedades.
Ser campesino es ver correr el agua sin valor, animales sin jaula y sin ataduras. Ser campesino es ver el alimento que nos da la tierra, es poder saludarse con el vecino sin miedo. Ser campesino es amar la tierra y sentir lo que uno ha sido en el territorio. Es sembrar y cosechar lo que consumimos.
Ser campesino es levantarse de madrugada, tomarse una taza de café cerrero y salir a la brega. Ser campesino es ver los mejores atardeceres y amaneceres. Ser campesino es estar en paz con uno mismo porque sabemos que no estamos dañando la tierra que nos da el sustento para la vida, sino que, con el amor que nos caracteriza, la cuidamos.
Ser campesino es cuidarse mutuamente, sin egoísmos. Es convertirse en una piedra en el zapato de los terratenientes que quieren adueñarse de las tierras sin haberlas trabajado. Es transformarse en el soporte del país. ¡Lo es
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