La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renovó la presión sobre la Universidad de Harvard al amenazar su acreditación y tomar medidas para obtener información sobre sus estudiantes extranjeros.
Según medios locales, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud y Servicios Humanos notificaron al acreditador de Harvard que encontraron que la universidad supuestamente violaba las leyes federales contra la discriminación.
El pasado 30 de junio, el ente de Salud y Servicios Humanos dijo que Harvard habría «violado» la Ley de Derechos Civiles de 1964 al «actuar con deliberada indiferencia hacia el acoso de estudiantes judíos e israelíes».
A su vez la secretaria de Educación, Linda McMahon, declaró en un comunicado que «al permitir que el acoso y la discriminación antisemitas persistan sin control en su campus, la Universidad de Harvard ha incumplido su obligación con los estudiantes, los educadores y los contribuyentes estadounidenses».
«El Departamento de Educación espera que la Comisión de Educación Superior de Nueva Inglaterra haga cumplir sus políticas y prácticas, y que mantenga al Departamento plenamente informado de sus esfuerzos para garantizar que Harvard cumpla con la ley federal y los estándares de los acreditadores», agregó.
Un portavoz de Harvard, citado por Axios, aseguró que la universidad ha cumplido con los estándares de acreditación y aseveró que discrepan «firmemente de las conclusiones del Gobierno».
Información de estudiantes extranjeros
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional informó este miércoles que citó a Harvard para obtener información sobre la aplicación de las leyes de inmigración desde 2020 con respecto a los estudiantes extranjeros.
El ente alega que Harvard no ha implementado medidas disciplinarias en el campus y ha permitido «que estudiantes extranjeros abusen de sus privilegios de visado y aboguen por la violencia y el terrorismo en el campus», haciendo referencia a las protestas realizadas para exigir el cese del genocidio israelí en Gaza.
Esto forma parte de las acciones que ha venido realizado el Gobierno de Trump contra las universidades estadounidenses luego de las protestas estudiantiles a favor de Palestina.
En el caso de Harvard, la administración ya le ha revocado más de 2.400 millones de dólares en fondos de investigación y la Casa Blanca anunció el pasado mes que prohibirá la entrada al país de la mayoría de sus nuevos estudiantes internacionales, amenazando también a los matriculados con retirarles su visado, pero un juez impidió que la medida fuera aplicada.
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