Mediante la orfebrería, la escultura y el arte digital, el maestro Alexis De La Sierra ha creado universos de riqueza visual infinita, que revelan un futuro desde su sensibilidad. Son 57 años de vida artística colmados de imaginación, investigación y espiritualidad, en busca de la perfección.
Recientemente fue reconocido con el título de Portador Patrimonial de la Nación, otorgado por el Ministerio de Cultura a través del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC).
De La Sierra expresó su agradecimiento: “Para mí es un gran honor y compromiso. Se reconoce mi labor, que inició en 1968 y que he llevado adelante ininterrumpidamente, siempre con un sentido de responsabilidad, dando lo mejor de mí (…) Una de las cosas que más satisfacciones me ha dado mi carrera es la parte docente”.


Nació en Caracas, en el año 1954. Por sus venas corre sangre de artistas que lucharon por la libertad. Es nieto del poeta y jurista español Luis Rodríguez de La Sierra y Figueroa, víctima de la dictadura de Francisco Franco. Los padres de De La Sierra también padecieron la dictadura española; ambos eran artistas plásticos. A través del escritor y diplomático Rufino Blanco Fombona, llegaron a Venezuela.
Las primeras obras de arte que vio fueron las de sus padres. “Las paredes de mi casa estaban llenas de pinturas; mi papá pintaba al óleo y mi mamá hacía dibujo al carboncillo. También hacía figuritas en barro”, recuerda.
Explica que desde muy joven se acercó a la creación, influenciado por uno de sus hermanos. Comenzó forjando joyas. Destaca que la base principal de su formación es autodidacta; años después recibió algunos estudios de arte y teatro.
Años de enseñanza
Su faceta como maestro la manifiesta con orgullo. Detalla que ha enseñado en seminarios en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, en la Galería de Arte Nacional (GAN), y durante 37 años en la Escuela de Orfebres Alexis De La Sierra, así como en el Taller de Diseño Digital Multimedia por 17 años.
También mencionó que, durante tres años, dictó un taller de orfebrería en el Hotel Maremare, ubicado en la ciudad de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui.
Del fuego al digital
Como orfebre, es un avezado en las artes del fuego. “El principio de la orfebrería es adornar a la figura humana para darle belleza o mérito a los logros, y ha ocurrido desde la prehistoria”.
Desde finales de la década de 1980 se ha dedicado a crear con herramientas digitales, siendo un pionero en el área. “Con imaginación proyecto el futuro por medio del arte digital”.
Contó que, en aquella época, adquirió una computadora Apple. Su mánager, Ion Pervilhac, tenía la intención de organizar y registrar sus obras, pero ninguno sabía cómo utilizarla, así que decidieron inscribirse en un curso para aprender.
“La verdad, me pareció aburrido, pero aprendí las funciones básicas de la máquina. Un día me puse a explorar con calma el programa de esa pequeña Apple, y encontré los íconos de una tijera, una lupa y un pincelito. Empecé a jugar, a experimentar, y pasé muchas horas creando”, relató.
Desde entonces, no ha dejado de explorar el mundo digital y ha incorporado nuevas tecnologías a su proceso creativo. Señaló que el pincel de un pintor clásico es comparable con las herramientas de un programa de diseño digital, y afirmó que lo esencial no está en el instrumento, sino en la capacidad creativa del artista.
Reveló que está trabajando en un proyecto multimedia para instalar en la GAN en el 2026. Usó inteligencia artificial, pero “con imágenes creadas por mí, píxel por píxel”, indicó.
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente