Los arrestos de migrantes en la frontera suroeste de Estados Unidos repuntaron un 16,7 % en abril, lo que convierte al cuarto mes del año en el de mayor incidencia de arrestos durante presidencia de Donald Trump, según datos actualizados este lunes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
La Patrulla Fronteriza estadounidense detuvo en abril a 8.383 migrantes, 1.199 más que los 7.184 de marzo, cuando registró mínimos históricos en arrestos en ese sector.
El aumento en detenciones se da a pesar de que el Gobierno ha impulsado una serie de medidas que llevaron a registrar una disminución interanual del 93,5 % frente a los 128.895 del cuarto mes del año pasado.
Esto implica que ahora hay 279 aprehensiones en promedio al día, «un dramático decremento» ante la media de 4.297 de hace un año, según detalló la CBP en un comunicado.
Las estadísticas exponen también la aprehensión de 23.912 extranjeros en el límite con México de febrero a abril de 2025, tras el regreso de Trump a la Casa Blanca el 20 de enero.
Al considerar también los 29.105 procedimientos de enero, suman 53.017 detenciones de migrantes en el primer cuatrimestre de 2025.
La CBP atribuyó los datos a la «aplicación decisiva y efectiva» de la ley inmigratoria de la Administración de Trump, por lo que ha habido «mejoras abrumadoras en el aseguramiento de la frontera», tal como llama el organismo a este tipo de acciones.
«Por primera vez en años, más agentes están de vuelta en el terreno, patrullando territorios en los que CBP no tenía capacidad operativa o fuerza de trabajo apenas seis meses atrás», declaró Pete Flores, comisionado en funciones de CBP.
Tras la llegada de Trump al poder, las restricciones aumentaron haciendo casi imposible que un extranjero pueda solicitar asilo en la frontera, «solo cinco inmigrantes indocumentados» fueron autorizados a ingresar temporalmente a EE.UU. en abril para casos judiciales de interés especial, destacó CBP.
Entre otras acciones, Trump ha militarizado la frontera, ha ordenado redadas en varios puntos del país, ha revocado beneficios migratorios para varias nacionalidades y ha conseguido que México despliegue 10.000 elementos de su Guardia Nacional para controlar el flujo de drogas, algo que no ha funcionado del todo bien.
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