La cuenta de la red social instagram @estimadosvecinos fue publicada una historia que explotó en comentarios, es que no es para menos. Ya que en esta cuenta se destacan chat vecinales o casos particulares en comunidades y condominios. Esta historia, te va a encantar.
En un edificio, uno de esos que podría ser el tuyo, vive un gato muy afortunado llamado Cachetes. No es de raza, ni fue comprado en una tienda. Lo dejaron abandonado en una mudanza, enfermo y solo… pero el destino (y una comunidad maravillosa) le tenía preparado otro final.
Cachetes fue adoptado por todo el edificio, gracias al cariño y dedicación de la administración del edificio, quienes no quisieron darle la espalda. Hicieron colectas, lo operaron, lo cuidaron y poco a poco, se convirtió una pieza importante de la comunidad. Hoy, ronda por los espacios comunes, principalmente en la conserjería, donde recibe mimos y atenciones como todo un rey peludo.
Pero eso no es todo: fue nombrado «Empleado del Mes» por su servicio cazando ratones en el patio. Sí, ¡ni los mejores exterminadores podrían competir con su eficacia y estilo! Su retrato enmarcado cuelga orgulloso bajo el título de honor y por si fuera poco: es la foto oficial del grupo de WhatsApp del edificio. Porque si hay algo que une a las personas, es un gato comunitario con carisma.
Claro, no todo fue tan fácil. Hubo quienes no estaban de acuerdo con su adopción. Pero, como en toda buena historia, ganó el amor: en una asamblea se votó a favor y hoy Cachetes es oficialmente miembro de la comunidad en donde reside.
Es que un animal comunitario no solo puede convivir en armonía, educación e higiene en un edificio, sino que puede enriquecerla. No hace falta que todos sean sus dueños para que todos sean su familia, hace falta voluntad y que sean responsables de él y así lo es.
Porque a veces, el mejor vecino no toca timbre… maúlla.
La otra cara, la triste y cruel
Lastimosamente no todas las historias de los gatos comunitarios tienen un final feliz. En muchas, existen los malos vecinos, a los que no le gustan los gatos, los que los maltratan y otros aún más crueles, los que buscan poner comida con veneno para matarlos, sin importarles las consecuencias legales de tales hechos. Porque si, aunque muchos no lo crean, maltratar a un animal sí tare consecuencias judiciales.
Cada día uno pude ver en redes sociales mensajes omo: hay que dar este gato en adopción porque la conserje aseguró que lo va a envenenar «porque hace pupú» en las áreas comunes. Otros como, «a ese gato hay que botarlo en una caja en la plaza, donde una señora va y le pone comida», y así miles de mensajes de salidas «fáciles», pero esos son los vecinos no promueven su adopción a una familia, o llevarlo a una jornada para castrarlo.
Ponerse de acuerdo en una comunidad frente a los problemas, puede ser complejo, pero en el caso de las mascotas comunitarias siempre debe prevalecer las soluciones que tengan que ver con el bienestar del animal, la vida, la alegría. Por eso, esta historia la seleccionamos para ustedes, porque cuando hay un buen corazón, los finales siempre pueden ser felices
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente