Una torta blanca, aunque sea negra


En esta situación mundial de vuelta al proteccionismo, debemos repensar nuestras relaciones comerciales internacionales. Hay muchos aspectos por considerar, pero aquí van mis dos centavos sobre el tema.

Lo primero es no concentrarnos en “respuestas” a una situación arancelaria, sino en soluciones estructurales. Por ejemplo, el Ministerio de Comercio Exterior (MCE) debería poner empeño en facilitarle la vida al pequeño exportador, pero también en ponerles las cosas complicadas a las importaciones de productos que se pueden hacer en el país.

Me dirán que eso es lo que está haciendo el régimen autocrático de Donald Trump. Analicemos los detalles. No creo que se pueda decir que Trump no quiera beneficiar a su país. Se le cuestiona que quiera llevarse por delante a medio mundo.

Trump tiene un objetivo que en teoría los beneficia, que es sustituir importaciones, pero lo hace de una manera muy torpe. Además, está constreñido monetariamente porque quiere mantener el dólar como moneda de reserva mundial. Lograr los dos objetivos es casi imposible: debe mantener un dólar fuerte para que siga siendo moneda de reserva, pero debe devaluarlo para producir más e incrementar las exportaciones.

Nosotros no tenemos ese problema, debemos sustituir importaciones en la medida de lo posible , y también sustituir importadores. El sector importador en Venezuela recarga demasiado el precio, ni siquiera trabaja con bolívares, mantiene su dinero en dólares o criptos, si cobra en bolívares es para cambiarlos inmediatamente a otra moneda.

Como consecuencia de la ganancia excesiva de los importadores, la importación directa por parte de los consumidores se ha hecho corriente. Si alguien necesita un repuesto, un equipo, etc., con frecuencia lo está trayendo por Amazon o Aliexpress (u otro) a un precio mucho menor.

Comprar en un portal chino es mucho más barato que comprar en Amazon. Otra tarea para el MCE sería estimular la compra directa en China, que cada quien se convierta en el importador a pequeña escala de los productos que necesite. Hablo de compra a pequeña escala, no de revendedores que no necesitan ayuda. Habría que estimular la presencia de couriers directos desde China, ya existe una gran cantidad de couriers desde Miami.

Este es un aspecto puntual en el tema del comercio exterior, pero uno de gran beneficio al bolsillo del venezolano. Hagamos oportunidades de las crisis y ¡venceremos!


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