Yo quiero una bicicleta intergaláctica, es una de esas canciones emblemáticas del 2000, cantada por el grupo venezolano Bacalao Men y aunque está canción no habla del Espacio está columna sí.
Venezuela ha dado pasos agigantados en materia Espacial, desde el lanzamiento de los satélites: VENESAT-1 (Simón Bolívar), en 2008 y usado para las telecomunicaciones; VRSS-1 (Francisco de Miranda), en 2012, de observación terrestre; y el VRSS-2 (Antonio José de Sucre), en 2017 ambos de observación.
Pero ¿Sabes para qué sirven los satélites en la vida cotidiana y por qué es una muestra más de soberanía?
Comencemos entendiendo el concepto de soberanía: es el poder supremo e independiente que posee un Estado para tomar decisiones autónomas, tanto en su organización interna como en sus relaciones con otros países. Y esto lo tomó al pie de la letra el Estado cuando decidió independizar su tecnología, lanzar sus satélites y gestar la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE).
Los satélites nos ayudan a observar lo que no podemos ver, a planificar y estudiar la cartografía, la agricultura, supervisar nuestro territorio y hasta adelantarnos al futuro para trabajar mejor en pro del país.
La niña prodigio en término de actividades espaciales, arribó a sus 18 años y en el marco de esta celebración, se realizó en Caracas el I Congreso Internacional Espacial “Un Futuro Compartido”, evento que nos hizo sentir orgullosos, por el peso y la envergadura del mismo.
Paso trascendental
En estos dos días de convención se dieron cita representantes de agencias espaciales y de instituciones científicas de Brasil, China, Francia, Turquía, Rusia y la Organización de Cooperación Espacial Asia-Pacífico; allí intercambiaron saberes a través de ponencias con más de 13 expertos internacionales centrados en mostrar aplicaciones espaciales, misiones de exploración del espacio profundo y nuevas tecnologías especiales.
Los delegados coincidieron en destacar el papel de Venezuela, que, si bien no tiene una larga trayectoria en esta materia, reconocieron como un nuevo punto de encuentro para la cooperación internacional en esta materia.Prueba de ello es la aseveración de Zhao Chunchao, vicepresidente de la Corporación Industrial Gran Muralla China, quien recordó la última exploración lunar, realizada en el 2024, “misión Chang’e 6” -catalogada como un hito para la humanidad, que fue la primera en tomar muestras en la cara oscura de la luna. Chunchao destacó el papel de Venezuela en dicha misión.
Como la vida dentro de la Tierra, las investigaciones en el espacio han evolucionado donde converge, no solo la economía, el desarrollo o la ciencia con las nuevas tecnologías, sino también la inteligencia artificial.
Hitos de la Venezuela espacial
Venezuela fue el primer país que estableció junto a China un programa de intercambio en conjunto para construcción y después poner en orbita el VENESAT-1, mejor conocido como el Simón Bolívar, marcando un hito para ambos países y para escalar en su relación bilateral.
Venezuela es el primer país de la región en colaborar con potencias aeroespaciales como China y Rusia.
Venezuela posee la primera estación terrestre del sistema Glonass, instalado el pasado julio en la sede de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales, permitiendo usar los datos del sistema ruso de navegación global, fortaleciendo la tecnológica de Venezuela y generando beneficios en sectores como la agricultura, el transporte, la industria petrolera y la investigación científica.
En noviembre de 2023 Venezuela fue incorporada, como país observador de la Organización de Cooperación Espacial Asia-Pacífico (APSCO), lo que se traduce en que el país podrá participar en sus actividades y programas espaciales, acceder a oportunidades de formación, colaborar en proyectos de desarrollo satelital, así como otras iniciativas científicas y tecnológicas.
Más de 2.000 profesionales han sido formados en especialidades de este tipo con diferentes países como la República Popular China, la República de la India, Bielorrusia y Rusia.
Y es que, gracias a las alianzas internacionales de este tipo, el país ya forma parte de los estudios del espacio profundo.
• Activación del nuevo satélite de comunicaciones Gran Cacique Guaicaipuro, para dinamizar aún más las telecomunicaciones en el país.
• Construcción de un «microsatélite venezolano que sería el primero de este tipo con la idea de ser lanzado al espacio apenas esté listo en conjunto con el Consejo Científico Militar, la ABAE, la Universidad Nacional de las Ciencias y la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández-Morán.
Semillero científico, semilla de esperanza
Este congreso, no solo permitió consolidar a nuestra Patria como un punto de encuentro con el intercambio de saberes, también que podemos confluir a base del respeto con imperios tecnológicos como lo son: India, China y Rusia y trazar rutas para el beneficio de todos.
Con actividades formativas dirigida a niñas, niños y jóvenes que se familiarizaron con la temática espacial mediante el uso de maquetas y armables, también se trazaron rutas para la formación de los jóvenes en las ciencias espaciales para el desarrollo del sector hasta acompañamiento a nivel superior universitario para aprovechar las capacidades de estos niños y jóvenes del semillero.
Venezuela en Marte
Ya por fin sabremos si las mujeres son de Marte y los hombres de Venus, gracias a la misión Tianwen-3, donde Venezuela tendrá una participación importante, posicionándose, una vez más en el mapa y en la vanguardia, esta vez explorando el planeta rojo. Este proyecto, organizado por la República Popular China, tiene fecha para 2028 con el objetivo de traer muestras del planeta para estudiarlo más a fondo.
Los científicos que hacen vida en la ABAE, cumplen con parte del diseño de un dispositivo para hacer medición de radiación de partículas en la órbita de Marte, 11 científicos de ellos estarán en China para culminar la ingeniería de este proyecto tan significativo para la humanidad.
Con esta misión se va a conocer cuál es la incidencia de una cantidad de partículas espaciales, del ambiente espacial, sobre la superficie de Marte y que de alguna manera también órbita sobre la superficie de la Tierra. Asimismo, se estudiará cuáles son las zonas del planeta en las que específicamente pudiera darse un mejor asentamiento de futuras misiones humanas, los niveles de radiación en diferentes áreas para facilitar estos proyectos y otras cosas más.
Con una duración de 18 meses en orbita, más cuatro en el sitio, está misión tendrá varias fases, como recolección de muestras biológicas marcianas y serán trasladadas al orbitador, donde estará una carga útil, nuestro detector de rayos cósmicos que va a estar tomando data y midiendo la radiación de los rayos cósmicos que provienen del espacio ultra terrestre y que afectan a la superficie de Marte y la órbita.
¿Cuántas veces cuando éramos niños no vimos el cielo y quisimos ir al espacio? Muchos creyeron imposible que algún venezolano llegará y ahora, no solo trabaja de manera conjunta con potencias científicas, sino que en el 2028 el tricolor llegará a Marte. Gracias a quienes nos abrieron las grandes alamedas por donde pasa el hombre nuevo con sello venezolano.
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