El Tribunal Oral Federal 6 de Argentina impuso este miércoles una condena de 14 años de prisión a Fernando Sabag Montiel, quien apuntó con un arma a la cabeza de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner la noche del 1 de septiembre de 2022. Además, su expareja, Brenda Uliarte, fue sentenciada a 8 años de cárcel por su participación en el incidente.
A pesar del fallo, miembros de la organización La Cámpora, liderada por Máximo Kirchner, hijo de exmandataria, han expresado su preocupación sobre un posible «pacto de impunidad».
Este grupo sostiene que la investigación se ha enfocado únicamente en los autores materiales del ataque, dejando sin abordar a los verdaderos instigadores del atentado.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Juan Martín Mena, afirmó que aunque se llevaron a juicio a los autores materiales, se han ignorado otras conexiones relevantes. Mena criticó a ciertos sectores dentro de la Justicia Federal que, según él, están obstaculizando el esclarecimiento de lo sucedido el 1 de septiembre.
El proceso judicial que culminó con este veredicto comenzó en junio de 2024 y ha sido uno de los más significativos en la historia reciente del país, con la declaración de 157 testigos.
Durante su alegato final, la fiscalía había solicitado 15 años de prisión para Sabag Montiel por «tentativa de homicidio triplemente agravado», citando violencia de género en su modalidad política y el uso de un arma de fuego, mientras que para Uliarte se pidieron 14 años.
La querella, que representa a la expresidenta, también exigió la pena máxima para ambos acusados. En contraste, Nicolás Gabriel Carrizo, inicialmente señalado como el supuesto líder de la banda «Los Copitos», fue absuelto y liberado en agosto tras no recibir acusaciones formales durante el juicio.
En la audiencia previa a la lectura del veredicto, los acusados tuvieron la oportunidad de dirigirse al tribunal. Nicolás Carrizo aprovechó para expresar su descontento con el sistema judicial: “Me parece un poco injusto que vaya gente presa y que tenga que esperar tanto tiempo para llegar a un juicio y recién ahí le digan te ´podés ir en libertad´», expresó Carrizo como parte de su frustración por haber estado detenido durante tanto tiempo.
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