Copito le tiene pánico a los fuegos artificiales


Copito es mi gato, tiene 6 años, me lo encontré tirado y sucio en la universidad, estaba chiquito, sucio y con los ojitos feos con lagañas. Pero, lo que yo vi a lo lejos, me pareció como una mota, una bolita blanca.

Confieso que me dio como asco, pero me dio demasiado dolor imaginar que nadie lo ayudaba y que al ser tan pequeñito, podría morir y no me lo iba a perdonar. Por cierto, yo de gatos, no sabía pero nada, de casualidad sabía que maullaban.

El hecho es que lo agarré y metí en el bolso, solo tenía que buscar una nota y hacer unas compras, ya casi saliendo de vacaciones navideñas. Así que una vez en el bolso, me acompañó por todo el camino un maullido que me estaba volviendo loca.

Así que llamé a mi mamá y le dije, ella estaba bravísima, pero me apoyó, me pasó dinero y corrí al veterinario. Por suerte, fue muy solidario, le hizo una evaluación, le mandó unos medicamentos y le limpió los ojitos.

Es increíble como en tan solo una semana, Copito estaba perfecto, más gordito, los ojitos estaban perfectos y no tenía pulguitas. Además, empecé a entenderlo y para mi, esas vacaciones, fueron una total locura.

Mejoró el ambiente en la casa, todo el que llegaba, lo agarraba y no es que a él le gustara mucho, pero se dejaba. El 24 no tiraron tantos fuegos artificiales, pero el 31 fue horrible. Yo lo tenía cargado para recibir el año nuevo y en cuanto lanzaron el primer cohete, Copito se sobresaltó. Fue una tragedia.

Yo me vestí de blanco para recibir el año y combinarme con él, me sentía mamá primeriza, así que lo tenía cargado, le puse un collar rojo y mis accesorios también, estábamos combinados. Y cuento esto porque cuando traté de mantenerlo cargado, me rasguñó y me dejó los brazos ensangrentados.

Es difícil agarrarlo para tomarle una foto

Él estaba aterrado, se desapareció, no lo encontrábamos por ningún lado, corrí a buscarlo y parecía la escena de un crimen, no era culpa de él, estaba muy asustado y yo lloraba mientras lo buscaba, me dolía mucho, pero además me dolía lo mucho que estaba sufriendo.

Un tío me dijo, que me quedara tranquila, que me ocupara de mi. Me cambié y me ayudaron con las curas. El pobre al tratar de huir, me clavó las uñas y yo lejos de soltarlo, lo abrazaba más duro. El pecho y los brazos, horrible.

Como a las dos de la mañana, salió no sé de dónde, estaba como mareado, se veía raro y comenzó a vomitar. Él no había comido nada raro, más que su comida, el veterinario fue muy insistente en que le diera solo lo permitido y yo obedecí.

El primero, estaba raro y cada vez que explotaba algo, se alteraba demasiado. Mi pobre copito la pasó horrible y desde ese momento, me tocó darle una dosis de calmantes porque se alteraba demasiado y entonces ahora, le pongo música y me encierro con él para que se sienta acompañado.

Creo que la pirotecnia es tan inútil, hace tanto daño, yo estuve la primera semana de enero tomando antibióticos y haciéndome curas, porque el pobre Copito, estaba aterrado. Por favor, no usen pirotecnia, hace mucho daño.


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