Trump no las tiene consigo: tiene parte del gobierno cerrado por negociar desde la infantil terquedad. El diario más conservador de Estados Unidos lo nombró el peor presidente de los tiempos modernos.
Incluso Trump puede perder el apoyo de Javier Milei por mentiroso. Resulta y esto es importante: el bocón le ofreció a Milei casi como “regalo” 20.000 millones de dólares que se suponen el argentino los utilizaría para ganar las elecciones que se le vienen encima a Milei.
Esas elecciones Milei las tiene perdidas sobre todo cuando uno de sus operadores políticos más importante viajaba en auto y avión privado de un narcotraficante convicto y confeso. Un diputado llamado Esperts, liberal y muy amigo de Milei, resultó embarrado hasta la coronilla en cuanto a tráfico de drogas, pero Trump no descertifica a la Argentina como lo hace con nosotros a quienes nos define como “narcoestado”. Eso no involucra la credibilidad de Trump, y Milei ante la oferta de dólares, con su hermana Karina, viajó presuroso a Washington por el botín prometido.
Pobre loco: no más llegando a su destino los hermanitos Milei tuvieron que enfrentar un Donald Trump metiendo retroceso. Dijo que no tenía a mano esa cantidad y que en todo caso los daría si Milei hace el milagro de ganar unas elecciones que tiene perdidas por paliza.
Así las cosas al retorno de los Milei a Buenos Aires se repitieron las manifestaciones en contra que ya se habían hecho escuchar a la salida por Ezeiza cuando la claque opositora cantaba con ritmo de la canción cubana Guantanamera “Karina, eres alta coimera” en alusión a los millones de dólares que por razón de comisiones se ha embolsillado Karina Milei, quien es considerada “talismán” para un presidente que consulta con sus perros las decisiones de gobierno.
Bien: nadie aprende por experiencia ajena y aquí hay quien le cree a Trump, pocos por cierto. Ojo: al mentiroso no se le puede creer, pero hay que ser cuidadoso porque el enemigo es enorme.
Trump con las elecciones perdidas es capaz de incursionar en Venezuela para asesinar inocentes a los que luego definirá sin pruebas o indicios como “narcos” y para eso solo vale la preparación de toda la nación venezolana.
Recordemos que al general Pirro, el mejor guerrero del Epiro, lo mató una anciana que hoy sería miliciana, lanzándole un ladrillo desde el tejado.
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