El tiempo es implacable, pasa y aunque nuestros perros puedan parecer eternos cachorros, la realidad, es otra. El tiempo también pasa para ellos, su cuerpo, sus sentidos, su comportamiento, empieza a mostrar esos signos de la edad.
Estos cambios merecen atención, algunos más que otros, lo importante es comprender que hay un cambio perceptible. Envejecer no significa que pierdan vitalidad. Los cuidados adecuados y a tiempo, harán la diferencia. Un perro mayor puede seguir disfrutando de la vida perruna, con la misma alegría, pero a otro ritmo.
En esta pequeña guía se muestran algunas recomendaciones de veterinarios y especialistas en conducta canina para hacer más fácil el camino en estos años de vejez canina y hacer de su etapa dorada, un tiempo para él cargado de empatía, cariño y mucha comprensión. Porque un perro forma parte importante de tu vida, pero para un perro, tú eres su vida entera.


¿Cuándo empieza realmente la vejez en los perros?
Depende más que todo del tamaño y la raza. Los perros pequeños envejecen a menor ritmo, más despacio: entonces, son perros «mayores» entre los 9 y 12 años.
Los medianos y grandes pueden oscilar entre los 7 y 9 años, mientras que razas gigantes o muy grandes, podrían envejecer desde los 6 años, pero todo tiene factores, que determinan esto. Todos los perros son distintos, la alimentación, los cuidados, las distintas patologías o historial médico, todo influye.
La rigidez en sus extremidades, la pérdida de la masa muscular, tener menos energía o que no sean tan activos como antes; todo esto son señales claras de envejecimiento, no es de alarmarse, pero sí para prestar atención y observar sus necesidades y comportamiento.
Senior o geriátrico: no es lo mismo
Aunque a simple vista parezcan iguales, no todos los perros mayores tienen las mismas necesidades.
- Perro senior: conserva buena salud general, pero comienza a mostrar algunos signos de desgaste.
- Perro geriátrico: necesita controles veterinarios más frecuentes debido a su fragilidad o a la presencia de enfermedades crónicas.
La alimentación, los paseos y la estimulación puede ayudar a tu peludo a transitar esta etapa sin tantas dificultades.
Alimentación adaptada a su nueva etapa
Un perro mayor tendrá un metabolismo más lento, podría engordar, por esta razón, la alimentación es importante, alimentos para su edad, con proteínas de alta calidad, menos calorías y nutrientes que protejan sus articulaciones y su dentadura.
Así como una persona mayor siente dolor en sus articulaciones, un perrito puede experimentar esos dolores y el veterinario es el mejor aliado para ofrecer los suplementos y vitaminas que el cuerpo de tu perro necesita.
Los problemas cardíacos, renales, hepáticos suelen aparecer y si siempre sufrió de algo, es muy probable que reaparezca o se afiance, por eso es tan importante personalizar la dieta bajo la orientación de un especialista.
Lo que no falla es el caldo de huesos en su alimento, siempre es apetecido y viene cargado de nutrientes que tu perro necesita, además ayuda a mantenerlo hidratado y a estimular el apetito.


Movimiento sí, pero con equilibrio
El ejercicio es importante, un paseo que se adapte a su condición física, pueden ser paseos cortos, pero varios al día, no en horas de clima extremo, como calor, lluvia o frío, cuidar de sus patitas es muy importante y a esta edad avanzada, más.
Las superficies lisas, pero no pulidas, que hagan resbalar sus patitas, las uñas cortadas para que no se genere presión en la articulación de sus deditos y una pechera o arnés que no genere presión o que la distribuya de manera uniforme, para evitar presión en una única zona como el cuello.
Recuerda que es su paseo, dale tiempo para olfatear o detenerse, esto ayuda al perro a estimular sentidos, ellos conocen el mundo por el olfato y olfatear es vital. Permite cambios de ruta, para estimularlos y mantenerlo activo y feliz.
Un hogar más cómodo y seguro
Si es un perro que se monta en la cama, muebles o sube escaleras, procura facilitarle la estadía y la cotidianidad en casa colocando rampas o escalones adicionales si fuera necesario.
Pequeños cambios, ayudarán a mantener su calidad de vida. Elevar el plato de agua y de alimento, utilizar alfombras antiresbalantes, si su movilidad se ve disminuida, puedes apoyarte con sillas de ruedas para perros, soportes, que ayudan a devolverles la independencia.
Evita mover sus camas de manera constante, platos de agua y alimento, deberían permanecer en el mismo lugar. Algunos perros comienzan a perder la visión y se hacen un mapa mental del espacio en el cual viven y cuando redistribuyen el espacio o la decoración en casa, pueden notarse desorientados.


Cuidar también su mente y su ánimo
En algunos casos, puede ocurrir que se desorienten simplemente porque han tenido una laguna mental o simplemente estar inquietos. Las rutinas les brindan seguridad, puedes estimular su olfato en casa con pequeños juegos y siempre darles cariño.
Dedicarle un poco de tiempo será una alegría inmensa para tu perro y estimulará aún más sus sentidos. Es posible que al llegar a casa no lo note y debas acariciarlo suavemente para que sepa que has vuelto. Disfruta de ese momento y ayuda a conservar su equilibrio emocional.
Revisiones veterinarias más frecuentes
Las revisiones y visitas al veterinario deben ir en aumento cuando empieza a envejecer, alrededor de los siete años, puede ser cada seis meses, lo importante es observarlo y ante cualquier cambio, consultar con el especialista.
En casos de perros geriátricos, se recomienda cada tres meses, sobre todo si existen patologías o problemas articulares, renales, cardíacos o metabólicas, esto aumentará su bienestar y te permitirá anticiparse a posibles escenarios.
Higiene y cuidados del día a día
Mantener los cuidados y la higiene, tomando en cuenta consideraciones como bañarlo en días templados o cálidos, cepillar su pelo con regularidad, no esperes que estén llenos de nudos, puede doler más de la cuenta, limpiar dientes, orejitas y ojos: no requiere mucha demanda en tiempo y son hábitos sencillos, que pueden evitar incomodidades o infecciones.
Además, estos momentos son muy íntimos y de mucha conexión, es una oportunidad para ofrecerle tu cariño y mimo.
Comprende que pudiera orinar en casa y no aguantar las horas de sus paseos, entonces aumenta la cantidad de paseos o implementa un lugar en casa para aligerar la carga. No es que ahora no sabe aguantar, es que simplemente su capacidad va disminuyendo.
Más años, mejor vida
Cuidar un perro mayor, requiere paciencia, pero recuerda que su vida es mucho más corta que la nuestra y que cada día que pasa, no es un día más, si no uno menos, disfruta de su presencia.
Adapta su entorno, su dieta y sus rutinas, ayúdalo a mejorar su calidad de vida y a hacerla aún más placentera. Estar con él y acompañarlos en su vejez, es una forma de devolver todo el amor que has recibido de manera incondicional. Recuerda, su vida es muy cortita y cuando ya no esté, te quedará el recuerdo de los momentos hermosos y las sonrisas que te regaló.
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