Entre la extensa bibliografía perteneciente al autor francés Alejandro Dumas, los entendidos en materia literaria ubican a ‘El conde de Montecristo’ como su obra más importante, seguida por ‘Los tres mosqueteros’.
La historia del capitán Edmundo Dantés, condenado a prisión por una intriga de allegados envidiosos que alimenta su deseo de venganza una vez recobre la libertad, comenzó a ser publicada el 28 de agosto de 1844, en el Journal des Débats.
Los folletines, tan característicos de mediados del siglo XIX, alcanzaron 18 tomos que contienen todas las peripecias del personaje, incluyendo su amistad con un recluso solitario que le hereda la gran fortuna, con la cual reaparecerá en sociedad, para pasar las facturas pendientes. A fin de satisfacer el resentimiento acumulado, decide camuflar su identidad.
Aunque después de 180 años no hay spoiler que valga, revisar el desenlace queda por cuenta de los interesados.
La idea de recordar la efeméride de ‘El conde de Montecristo’ es que inspiró una de las telenovelas más memorables en la historia de la televisión venezolana: ‘La dueña’. Para algunos, incluso, figura como la mejor desde que comenzó la exploración del género, por allá, por 1953, hasta que cesó la producción masiva en la década pasada.
‘La dueña’ fue una producción de la empresa Talentos de América, fundada por José Ignacio Cabrujas, Julio César Mármol y Ramón Mangle, para Venezolana de Televisión, que la ubicó en el horario estelar de las nueve de la noche.
La versión libre, que cambió de género al personaje principal, estuvo a cargo de la dupla Cabrujas-Mármol, que ya tenía un pocotón de éxitos en su haber y había cimentado el movimiento de la telenovela cultural. Además, los escritores decidieron recrear la trama en tiempos de la dictadura gomecista. conde
Los roles protagónicos se asignaron a Amanda Gutiérrez y Daniel Alvarado, quienes estuvieron acompañados en su buen hacer por un sólido elenco de primeros actores que fortaleció la calidad del producto. La villanísima Purificación Burgos, interpretada por María Cristina Lozada, figura como una de las mejores malvadas del drama televisivo criollo.
La ambientación fue otro tanto a favor de ‘La dueña’. Los productores Nardy Fernández, Harry Salicetti y Héctor Manrique asignaron el vestuario a María de Las Casas, la escenografía a José Salas, la decoración a Agustín García, la dirección a Tomás López y la dirección de exteriores a Ramón Tovar. La guinda del pastel fue el tema musical, ‘Viviré para ti’, a cargo de Nancy Toro.
Como algo inusual, muchos de los 80 capítulos que dieron forma a la telenovela lograron ganarle a la competencia de Venevisión y RCTV.
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