Según el maestro Raúl López Moreno, director del Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, las giras y los éxitos internacionales sirven para observarse en perspectiva, más que para medirse frente a otros.
Su reflexión, desde el otro extremo de la línea telefónica allende las fronteras, se produce en el contexto de los 80 años bien celebrados del Orfeón y el triunfo cosechado tras su presentación en el Concurso Internacional Gaude Cantem de Polonia, donde alcanzaron el primer lugar en dos categorías: Diploma de Oro en Coro Mixto y el Premio del Público, al que se accede por votación popular vía internet.
Mesurado, López Moreno saborea las mieles de la victoria aclarando que, después de muchos años de no poder salir del país, finalmente y con apoyo gubernamental han retomado esa antigua tradición de emprender giras dentro y fuera de la patria desde hace dos años, lo que les viene permitiendo exponer su alto nivel y sobre todo, elevar el nombre de Venezuela.
“Nos reconocen como un país con un fuerte movimiento artístico y una sólida preparación de sus agrupaciones, lo que nos deja saber que gustan de nuestra música tradicional. Es un privilegio tremendo y una responsabilidad mostrar siempre la mejor cara del país”.
Despegaron de Venezuela el 11 de octubre y el 13 y 14 ofrecieron sus primeros recitales en Madrid. El 17 se enrumbaron a Bielsko-Biała, al sur de Polonia, donde se mantuvieron hasta el 23 y el 24 regresaron a España, específicamente a la ciudad de Barcelona, donde han estado participando en festivales hasta el 28, cuando toman el vuelo que los trae de vuelta.
“Hemos tratado de que nuestras presentaciones sean en el marco de algún evento para tener la oportunidad de intercambiar nuestra experiencia musical y disfrutar la de otros países, que nos permitan enriquecernos con las propuestas que son tendencia a nivel internacional” enfatiza López.
Significativa fue su audiencia (la mayoría venezolana) en la comunidad de Valdebernardo, en el extrarradio madrileño, que desbordó las instalaciones del centro cultural donde ofrecieron su recital, por lo que la administración se vio obligada a abrir las puertas e instalar sillas adicionales. “Y sin embargo quedó mucha gente de pie”.
Cuenta el director del Orfeón Universitario desde 2012, que esa experiencia se reeditó el 14 en la Escuela Superior de Canto de Madrid, con la diferencia de que allí sí contuvieron el exceso de público por las características patrimoniales de las instalaciones.
En Bielsko-Biała intervinieron en un taller montaje de tres obras con algunos coros y de allí se presentaron en la gala inaugural del Festival Gaude Cantem junto a prominentes músicos polacos, lo que significó para la agrupación coral criolla una jornada de aprendizaje “muy importante”.
En Ligota, un pequeño pueblo de 250 habitantes en el corazón de Polonia, vivieron la hermosa experiencia de un concierto comunitario.
80 años es algo
Parece fácil, pero no lo es. La historia del Orfeón Universitario comienza a tejerse en el remoto año de 1943 del siglo pasado, cuando el guariqueño Antonio Estévez, pupilo del guatireño Vicente Emilio Sojo, elucubra una agrupación coral en la primera casa de estudios del país, siendo rector el doctor Rafael Pizani.
El 19 de mayo de 1944 ofrecieron su concierto inaugural en el Teatro Municipal de Caracas donde no solo interpretaron el Himno Nacional, sino que hicieron vibrar desde sus gargantas piezas como el himno a la Federación Oligarcas temblad; el himno universitario Gaudeamus igitur; el Canto aragüeño; Por la cabra rubia, la Cantinela pastoral, El curruchá, Cambao, Primavera, Palomita blanca, San Pedro, Fúlgida luna, Esta noche serena y la Canción de la juventud de Dmitri Shostakóvich.
El propio Sojo, Evencio Castellanos, Vinicio Adames, Raúl Delgado Estévez y César Alejandro Carrillo tomaron la batuta alguna vez de esta agrupación pionera, catalogada como el coro activo más antiguo del país, declarada Patrimonio Artístico de la Nación en 1983 durante la conmemoración de su 40 aniversario.
Jesús Sevillano, María Teresa Chacín, Miguel Delgado Estévez, Graciela Gamboa, Alí Rojas y muchos otros, son activos y reconocidos “orfeonistas”, incluyendo a Evelia Monascal, la única miembro fundadora viva. Todos sollozan aún ante el recuerdo de su hora más aciaga: el accidente del 3 de septiembre de 1976 cuando un avión Hércules de la Fuerza Aérea Venezolana, con 52 integrantes del Orfeón a bordo, se estrelló contra una colina en el archipiélago de las Azores sin dejar sobrevivientes.
Su año jubilar lo han celebrado por todo lo alto: una gira nacional que los llevó a presentarse en más de 10 ciudades del país, dos giras internacionales previas con participación en festivales corales de Tenerife (España) y Perugia (Italia) y el más reciente periplo que este lunes llega a su fin.
“Siempre será un honor poder representar a nuestro país, y una responsabilidad por la valoración y aceptación que han tenido nuestros predecesores en todas las circunstancias” concluye López.
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