Una torta blanca, aunque sea negra


Las mujeres palestinas han jugado y siguen desempeñando un importante rol en la lucha por la defensa de Palestina, por su independencia, por su liberación.

La mujer palestina tiene un papel fundamental en la preservación de nuestra identidad, en la transmisión de los lazos de cohesión de la existencia palestina y protectora del proyecto nacional palestino. Las mujeres palestinas son expresión de resistencia y resiliencia.

En la actualidad las mujeres palestinas desempeñan en nuestra sociedad, como madres, hijas, educadoras, pero también  como profesionales en importantes áreas como la ingeniería, medicina, la diplomacia,  entre otros. 

Históricamente, las mujeres palestinas se han desempeñado en el frente de batalla, y enfrentado encarcelamiento, torturas, deportaciones, arbitrariedades y asesinatos, producto de la ocupación colonial israelí de sus tierras por más de 76 años.  Hoy día han sido una de las principales víctimas junto a los niños del genocidio perpetrado por la potencia ocupante israelí desde el pasado 07  de octubre de  2023.

La agresión en curso en Gaza ha tenido un efecto especialmente devastador sobre las mujeres, ya que 12.298 mujeres que han sido asesinadas debido a los ataques aéreos y militares israelíes. Además, 928 palestinos, incluidos mujeres y niños, han muerto en Cisjordania desde el estallido de los ataques.

Aproximadamente un millón de mujeres en Gaza han sido desplazadas por la fuerza y ​​1,3 millones de personas en total, incluidas innumerables mujeres y niños, han perdido sus hogares. Este desplazamiento masivo ha dejado a las mujeres vulnerables a la pobreza, la violencia y la falta de acceso a los servicios básicos. Muchas mujeres quedaron viudas y les corresponde ahora hacerse cargo por completo de sus hogares.

Según los últimos informes la grave crisis económica en Palestina, producto de la agresión israelí, ha afectado a las mujeres, particularmente a las mujeres en Gaza. Las tasas de desempleo entre las mujeres han aumentado hasta un alarmante 95%, en comparación con el 67,6% antes de la guerra. Además, el 91% de la población de Gaza (1,84 millones de personas) se enfrenta actualmente a una grave inseguridad alimentaria, y el 96% de los bebés menores de seis meses padecen desnutrición aguda. Por otra parte, el 90% de las mujeres embarazadas y lactantes de Gaza no tienen acceso a una nutrición adecuada.

La suspensión de los servicios de la UNRWA también ha privado a 41.571 mujeres palestinas de servicios sanitarios esenciales, así como del acceso de las niñas a la educación.

Asimismo, el sufrimiento de las mujeres palestinas en Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, la frecuencia de delitos, asaltos e incursiones de la ocupación en ciudades, aldeas y campamentos de refugiados palestinos, se intercalan con campañas de arrestos a gran escala, la demolición de hogares y propiedades y el uso de mujeres y niños como escudos humanos.  En la actualidad muchas mujeres aún enfrentan un destino incierto siendo detenidas en condiciones trágicas, sometidas a tortura, abuso, humillación sistemática y privación de todos los derechos, en clara violación de los derechos humanos.  

Las mujeres y niñas palestinas tienen derecho a vivir en seguridad y paz y a disfrutar de la protección legal necesaria frente a las violaciones y crímenes de la ocupación colonial, incluidos el genocidio, las ejecuciones, las desapariciones, la deportación forzada, la detención arbitraria, la demolición de sus viviendas, la incautación de tierras, la destrucción de infraestructura e instituciones que afectaron hospitales, escuelas y lugares de culto, además del terrorismo colonial.

Es imperativo la intervención de la  comunidad internacional y sus instituciones para la protección y salvaguarda de los derechos de las mujeres y del Pueblo Palestino en su conjunto,  para implementar entre otras  la opinión consultiva jurídica de la Corte Internacional de Justicia, la resolución de la Asamblea General de la ONU para poner fin a la ocupación del territorio palestino, la importancia de tomar medidas provisionales para detener el genocidio, el cese inmediato de la guerra de exterminio, el fin de la ocupación y el levantamiento del bloqueo a la Franja de Gaza, permitiendo la entrada continua de alimentos, agua, combustible, electricidad, asistencia médica y humanitaria, incluidas las necesidades especiales de miles de  mujeres y niñas .

Ha llegado el momento de trabajar en la necesidad de garantizar el respeto de las disposiciones del derecho internacional, responsabilizar y castigar a la ocupación por sus crímenes y violaciones sistemáticas de los derechos de las mujeres y niñas palestinas y brindarles protección internacional, y hacer realidad los derechos del pueblo palestino a la libre determinación y la independencia y al regreso incondicional de los refugiados a sus hogares de los que fueron desplazados.

La lucha de la mujer palestina es una prueba irrevocable de la fuerza del pueblo para alcanzar su libertad.

Viva Palestina Libre!


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