“El personaje principal de mis novelas es el lenguaje”


Con los libros Biografía de un cimarrón (novela) y El poeta en la isla (poesía), publicados en Monte Ávila Editores, la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) 2025 nos presenta a Miguel Barnet, escritor, poeta y etnólogo cubano.

Nació en La Habana, en el año 1940. Destaca de su infancia un momento que lo hizo identificarse con el pueblo. Fue criado en una familia clase media.

Barnet recuerda escaparse de su casa, “que estaba a dos cuadras del mar. Disfrutaba ver cómo los niños pobres, en la parte de abajo del malecón, tiraban monedas al mar. Las recogían con la mano y con la boca. Yo quise imitarlos, pero mis padres se enteraron y me castigaron” .

Desde muy joven se sintió atraído por la poesía, y su primer poema largo lo dedicó al Apóstol de Cuba, José Martí. A los 19 años ya era un lector voraz, apasionado por la historia y la literatura, mientras que sus amigos iban a los casinos.

«Biografía de un cimarrón» es su novela más conocida en el mundo.

Estudió Antropología y Sociología en la Universidad de La Habana. Desde joven se relacionó con los intelectuales Alejo Carpentier, Argeliers León y Nicolás Guillén.

Su primera novela testimonial, Biografía de un cimarrón (1966) fue todo un boom en el panorama de las letras en el mundo. Narrada en primera persona, con la voz de Esteban Montejo, un hombre de 103 años, que cuenta su experiencia en los ingenios azucareros en Cuba, momentos de la guerra de independencia y la intervención estadounidense.

Barnet, a la edad de 23 años, entrevistó a Montejo, y dice que este último fue un esclavo fugitivo, “se escapó al monte, buscó su emancipación y libertad espiritual. Fue un rebelde”.

También ha publicado otras novelas de testimonio, como Canción de Rachel y Gallego. En su obra poética, por mencionar los títulos La piedra fina y el pavorreal (1963), La sagrada familia (1967) y Carta de noche (1983), también hay una exploración sobre la realidad.

“Me fijo más en los hechos y los acontecimientos históricos que tienen que ver con la mentalidad de los hombres, porque definen situaciones que influyeron en la psicología y la sensibilidad del pueblo”, dijo.

Se considera un “fanático de la epistemología, porque en el lenguaje está todo el comportamiento humano. El personaje principal de mis novelas es el lenguaje y su entonación”.

Detalló que a sus 85 años sigue escribiendo poemas y artículos, porque considera que “la literatura es la mejor medicina. Eso lo cura todo”.

En 1994 fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura en Cuba, y entre las distinciones más recientes Premio Internacional Camaiore (2006) y Premio José Donoso (2008).


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