Estado, renta y desarrollo en Venezuela (III)


Una tercera entrega para analizar por qué los intentos de redistribuir la renta petrolera entre 1999 y 2013 no fueron suficientes para transformar la economía venezolana. El modelo económico, anclado en la acumulación capitalista y el rentismo, demostró ser un obstáculo para el desarrollo. Es necesario ir más allá de la distribución de la renta y atacar las raíces estructurales de la desigualdad.

Pese a los esfuerzos de Chávez en romper con la dependencia de la renta, la conciencia rentística, aunado a un Estado signado por el burocratismo, ralentizó todas las iniciativas en ese sentido. En razón de ello, el primer periodo presidencial de Nicolás Maduro hereda la crisis del modelo rentista.

La confluencia de la caída de los precios del petróleo, exacerbada por la práctica del fracking, y la incertidumbre política derivada del fallecimiento de Hugo Chávez agudizó exponencialmente la crisis económica venezolana. Esta crisis se manifestó en una serie de desequilibrios macroeconómicos cada vez más pronunciados, tales como: devaluación acelerada, hiperinflación, escasez generalizada, pérdida drástica del poder adquisitivo y contracción de la actividad productiva.

La política económica se encontraba en un dilema: por un lado, una izquierda acomodaticia aferrada a medidas populares de resultados insatisfactorios —como los controles de precios y cambiarios—, y por otro, la necesidad de garantizar la política. Dualidad que paralizó la toma de decisiones y agravó la crisis económica del modelo rentista.

Luego, impuestas de manera unilateral y arbitraria, las MCU constituyeron una herramienta de guerra económica diseñada para asfixiar la economía venezolana y debilitar al gobierno legítimo. Un ataque, disfrazado de defensa de los derechos humanos y la democracia, para imponer una agenda política externa.

No obstante, las medidas coercitivas unilaterales nos sumieron en una profunda transformación social. Obligados a resistir en este nuevo contexto, debimos replantear la forma en que funcionan el Estado, el sector privado y las comunidades, adaptándonos a las nuevas realidades. La realidad venezolana de la época de Chávez ha quedado atrás, el ahora demanda políticas que se correspondan con la actual coyuntura.


ultimasnoticias.com.ve

Ver fuente