Los jefes de Estado y de Gobierno del G20 adoptaron este sábado una declaración durante su cumbre anual que se celebró en Johannesburgo, Sudáfrica, pese a la ausencia de Estados Unidos en los debates.
A través de su cuenta en la red social X, la presidencia sudafricana del foro, que reúne a las principales economías del mundo, destacó que el documento fue adoptado por «una abrumadora mayoría» de los miembros.
«La adopción de la declaración de la cumbre envía una señal importante al mundo de que el multilateralismo puede dar resultados y de hecho los da», aseveró.
Previamente, Vincent Magwenya, portavoz del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, comentó que aunque la declaración generalmente se aprueba al final de la cumbre, en la víspera, «surgió la idea de que debíamos proceder primero a adoptar la declaración de la cumbre como primer punto del día y luego continuar con el resto de la sesión».
Además, el vocero afirmó que la adopción del texto fue posible gracias al trabajo realizado durante todo el año por los equipos ministeriales y los respectivos representantes de los Estados antes de la cumbre, quienes cerraron el viernes un documento final con el que los líderes estuvieron de acuerdo.
Hasta ahora no se ha difundido el contenido de la declaración, pero Magwenya adelantó que se reafirma que la Carta de Naciones Unidas «sigue siendo el punto de orientación central para analizar y abordar las disputas, evitar el uso de la fuerza y comprometernos con la resolución pacífica de los conflictos».
También fueron identificados cuatro conflictos de relevancia en el mundo: en la República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania y Palestina; esto con el fin de reafirmar el compromiso global con la paz y la estabilidad.
Ausencia de EEUU y rechazo de Argentina
La primera jornada de la cumbre se realiza con la ausencia de EEUU en los debates, luego de que el presidente Donald Trump intentara boicotear la cumbre declarando que los afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) «están siendo asesinados y masacrados» y que sus tierras son «confiscadas ilegalmente» en Sudáfrica, siendo negado rotundamente por este país.
Sin embargo, el mandatario Ramaphosa declaró que, el pasado jueves, recibió una notificación de última hora desde Washington indicando que el encargado de negocios de la Embajada en Pretoria, Marc Dillard, participará el domingo en el acto en el que Sudáfrica entregará la presidencia rotatoria del foro a EEUU, asumiéndola desde el próximo 1 de diciembre.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Pablo Quirno, expresó que su país no puede respaldar la declaración por discrepancias con el texto acordado.
Añadió que Argentina había marcado sus «líneas rojas» con el objetivo de apoyar las metas más amplias del foro internacional y que estas se mantienen vigentes, y que les resulta esencial preservar la integridad del principio de consenso dentro del G20.
Lula advierte sobre amenaza para el G20
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió que el funcionamiento mismo del G20 como un espacio de coordinación ampliado se encuentra amenazado.
En su intervención, citado por Telesur, destacó la necesidad de preservar al G20 como foro de diálogo, ya que «si no logramos encontrar una solución dentro del G20, no será posible hacerlo en un mundo concebido».
Recordó que los problemas socioeconómicos históricos de América Latina y el Caribe continúan sin perspectivas de solución, y que no se resolverán mediante la amenaza de la fuerza. Asimismo, recalcó que el 90% de la población mundial vive en países con una gran desigualdad de ingresos, e instó a declarar la desigualdad como una emergencia global.
También llamó a fomentar la adopción de mecanismos innovadores de canje de deuda por desarrollo y de acción climática. Lula alertó que casi la mitad de la población mundial vive en países que gastan más en el servicio de la deuda que en salud o educación, lo que calificó como «éticamente inaceptable e insostenible económicamente».
Un total de 40 líderes asistieron a la cumbre, entre los del G20 y de países invitados, que se llevará a cabo hasta este domingo para abordar temas como el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el comercio y la financiación al desarrollo, entre otros.
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