A pesar de que la candidata de la coalición de izquierda, Jeannette Jara, se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Chile celebradas el pasado domingo 16 del corriente mes, todo parece indicar que en el balotaje previsto para el 14 de diciembre nadará contra la corriente frente al ultraderechista José Antonio Kast.
La precaria diferencia entre ambos, 26,84% para la primera por 23,95% del segundo, pero quien ya cuenta con respaldo entre los candidatos que comparten sus principios ideológicos, tal es el caso de Johannes Kaiser, quien obtuvo 13,94% de los votos, y Evelyn Mathei, que sumó 12,46%, ofrece una sumatoria que pareciera marcar una importante diferencia.
De hecho, las encuestas realizadas apenas horas después de la primera vuelta daban amplia ventaja a Kast. Un sondeo de Panel Ciudadano, efectuado por la Universidad de Desarrollo, arrojó que el ultraderechista tendría 61% por 39% de la militante del Partido Comunista.
De inmediato, todas las miradas apuntaron a la gestión del presidente saliente, Gabriel Boric, como responsable de que la derecha más recalcitrante retome el poder en Chile.
Asunción Poblete, investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad, declaró al diario La Nación que “la derrota fue estrepitosa para el oficialismo, pues todo indica que solo votó por ellos el mismo 30 por ciento de apoyo duro que han sostenido durante todo el gobierno. Incluso menos de lo que sacó el Apruebo en el plebiscito de 2022. Es decir, no sumaron más adherentes a esta campaña”.
-
Fotografía de diferentes periódicos que anuncian los resultados de las elecciones presidenciales este lunes, en Viña del Mar (Chile). La comunista y candidata del oficialismo chileno Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast analizan los ajustados resultados de la primera vuelta y empiezan a buscar más apoyos para el balotaje del 14 de diciembre. EFE/ Adriana Thomasa -
Jeannette Jara celebra en su comando el triunfo en la primera vuelta.
Ricardo Hernández, del Instituto Res Pública, afirmó al mismo diario que “Jara, siendo ministra en todo el período del presidente Boric y siendo naturalmente la continuidad del gobierno actual, debió distanciarse del oficialismo como estrategia de campaña dada la baja aprobación del sector en los sondeos. Ahora, con el resultado electoral, se confirma que los chilenos perciben la administración Boric y su legado como negativo”.
Un fiasco.
El analista internacional venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein, quien tiene amplio conocimiento sobre el tema chileno, fue lapidario en sus declaraciones a Últimas Noticias sobre este resultado y su principal responsable: “Nunca confié en Boric y dije que si era elegido presidente resultaría un fiasco y eso me costó hasta perder amigos”.
El también diplomático continuó diciendo que “este es el peor gobierno de Chile desde la caída de la dictadura. Sobre todo por las expectativas que generó. Generó expectativas de honestidad administrativa y los escándalos de corrupción fueron repugnantes. Generó expectativas desde el punto de vista social y no se cumplieron. Generó expectativas en materia de derechos humanos y no se cumplieron. Generó expectativas en materia de seguridad ciudadana y no se cumplieron. Incluso se incrementó la represión al pueblo mapuche”.
Rodríguez Gelfenstein añade: “Lo preocupante no es que la gestión de Boric haya llevado a este gran voto de la derecha, porque si te pones a ver, ocurrió una situación similar a la ocurrida en Argentina, en que la gestión de Alberto Fernández fue tan pero tan mala que el pueblo emitió un voto de rechazo hacia los peronistas y ahora hacia este gobierno en Chile”.
Recalca que “si tú cuentas los votos del pinochetismo, suman cerca del 65 por ciento y no se puede suponer que en Chile el 65 por ciento de la población es pinochetista. Entonces, en Chile se ha hecho típico que estos gobiernos tibios, pusilánimes, cobardes, pendejos, fíjate, los dos gobiernos de (Michelle) Bachelet llevaron a la victoria posterior de dos gobiernos de la derecha de Piñera. Y este gobierno de Boric va a llevar a un gobierno de la derecha más recalcitrante incluso que Piñera, porque Kast es de ultraderecha”.
Gobiernos personalistas.
En esa misma línea, el investigador sostiene que “eso refleja que finalmente los dos gobiernos de Bachelet y este de Boric son personalistas, que no han sido capaces de lograr continuidad y no han sido capaces de lograrlo porque no tienen su base en el pueblo. Y no solo no tienen su base en el pueblo, se han alejado del mismo. Por eso no son capaces de dar continuidad a los procesos iniciados, si es que iniciaron algunos”.
Rodríguez Gelfenstein recuerda que la Constitución del dictador Augusto Pinochet “es la que impera y esa es otra de las cosas que hay que achacarle a Boric: él fue el causante directo del fracaso del referéndum constitucional, porque no se involucró en el proceso y luego eligen a una candidata timorata como él (Jara), cobarde al igual que él”.
Por esas razones, en su opinión, “es que el pueblo se aleja. Al pueblo no se le puede engañar y entonces, en medio de la desesperación, vota por la opción que tiene. ¿Y qué opción tiene los marcos estrechos que te da la democracia representativa? Votar por el enemigo. Si tú no ofreces opciones de transformación real, de cambio, el pueblo recurre al enemigo”.
El también columnista de varios medios nacionales e internacionales explica que “esta gente hace alianzas con la derecha, con los empresarios, les pasa a todos, a Lula, a Dilma, a Correa, a Cristina ¿Y por qué nosotros nos sostenemos? Venezuela, Cuba y Nicaragua se sostienen porque la alianza se ha hecho con el pueblo, se ha fortalecido el poder popular. Entonces, a pesar de la situación tan crítica, nos seguimos sosteniendo”, subraya.
Añade que “entonces todo parece indicar que Kast va a ganar en el balotaje. Ya están sacando las cuentas, que con el apoyo de dos de los tres excandidatos de la derecha es suficiente”.
Rodríguez Gelfenstein estima que “para Venezuela, la verdad es que daba igual quien ganara, porque los dos son enemigos de nuestro país, aunque en la práctica estos sectores de la derecha son más pragmáticos que esta izquierda cobarde y es posible que tengamos un mayor acercamiento consular con un presidente de derecha por ese pragmatismo, pues para ellos son un problema los venezolanos que están allá, que superan el millón y no tienen ningún tipo de protección consular y aquí hay una comunidad chilena que necesita sacar sus pasaportes, sus cédulas”.
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente