El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que el Departamento de Estado está «revisando el estatus de las visas» de los manifestantes pro-palestinos que ocuparon la biblioteca principal de la Universidad de Columbia en Manhattan el miércoles por la noche, informó el portal Axios
El anuncio de Rubio se basa en la orden del presidente Trump de enero, titulada «Medidas Adicionales para Combatir el Antisemitismo», la cual pretende expulsar a los estudiantes internacionales que se han unido a las protestas contra los ataques por parte del gobierno de Nethanyau a Gaza.
Las «medidas» además están enfocadas a que las instituciones «monitoreen e informen sobre las actividades de estudiantes y personal extranjero».
La acción del secretario de Estado se produce mientras el Grupo de Trabajo de la administración Trump para Combatir el Antisemitismo, revisa la Universidad de Washington por una protesta pro-palestina en la que unos 30 estudiantes fueron arrestados el lunes tras ocupar un edificio del campus de Seattle.
Trump prometió en marzo detener la financiación federal de cualquier escuela o universidad que permita «protestas ilegales», y la Casa Blanca afirmó que el presidente había prometido «deportar a simpatizantes de Hamás y revocar las visas de estudiantes». La acción de la administración esta semana subraya que, para hacer cumplir la orden de Trump, perseguirá a los estudiantes que protestan en universidades individuales.
«Estamos revisando el estatus de las visas de los intrusos y vándalos que tomaron posesión de la biblioteca de la Universidad de Columbia», declaró Rubio en X.
«Los matones pro-Hamás ya no son bienvenidos en nuestra gran nación», afirmó.
Un portavoz del Departamento de Estado declaró a Axios en un comunicado enviado por correo electrónico el jueves que «no puede anticipar futuras decisiones relacionadas con las visas, que se toman caso por caso, con base en los hechos individuales relevantes para cada caso».
Los estudiantes de Columbia fueron de los primeros en establecer campamentos mientras las protestas contra el trato a los ciudadanos palestinos durante la guerra entre Israel y Hamás arrasaban los campus universitarios estadounidenses el año pasado.
La universidad acordó aumentar las medidas de seguridad en un acuerdo judicial con un estudiante judío que se sintió amenazado y cuya educación se vio interrumpida por las protestas en el campus. Algunos estudiantes judíos que participaron en las protestas pro-palestinas en Columbia declararon a Al Jazeera el miércoles que sienten que el antisemitismo se está utilizando como arma y que su activismo está impulsado por su fe.
Rubio cita una disposición poco utilizada en la legislación estadounidense para intentar expulsar a residentes legales por sus discursos pro-palestinos.


80 estudiantes arrestados
Al menos 80 personas fueron detenidas el miércoles después de que la Universidad de Columbia llamara a la policía durante una protesta pro-palestina, según informó el Departamento de Policía de Nueva York a Axios.
Los manifestantes ocuparon parte de la biblioteca principal de la universidad, similar a las protestas de la primavera pasada, que convirtieron a Columbia en el epicentro de las protestas universitarias a nivel nacional por la guerra entre Israel y Hamás.
La tensión ha ido en aumento desde que la administración Trump retiró en las últimas semanas unos 400 millones de dólares en fondos federales a la universidad por acusaciones de antisemitismo en el campus y agentes federales arrestaron a un líder de las protestas de Columbia.
El Departamento de Policía de Nueva York informó el jueves que 80 personas «que no acataron las advertencias verbales» de dispersarse fueron detenidas la noche anterior. Setenta y ocho de ellas recibieron una orden de comparecencia ante el tribunal y dos fueron citadas.
El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) declaró el miércoles por la noche, en un comunicado enviado por correo electrónico, que acudió al campus a petición directa de la universidad, tras la ocupación de la Biblioteca Butler de Columbia por parte de individuos acusados de allanamiento.
Dos agentes de seguridad pública de Columbia resultaron heridos, según declaró Claire Shipman, recién nombrada presidenta interina de Columbia.
La universidad solicitó la presencia del NYPD «debido a la cantidad de personas que participaron en los disturbios dentro y fuera del edificio, a un grupo numeroso que intentaba entrar por la fuerza en la Biblioteca Butler, lo que representaba un riesgo para la seguridad, y a la considerable presencia, en nuestra opinión, de personas no afiliadas a la Universidad», declaró Shipman.
Un movimiento de protesta en el campus, Columbia University Apartheid Divest, anunció en redes sociales que ocupó la biblioteca para «demostrar que mientras Columbia financie y se beneficie de la violencia imperialista, la gente seguirá perturbando las ganancias y la legitimidad de Columbia».
«Las interrupciones a nuestras actividades académicas no serán toleradas y constituyen una violación de nuestras normas y políticas», declaró Shipman.
«Columbia condena enérgicamente la violencia en nuestro campus, el antisemitismo y todas las formas de odio y discriminación, algunas de las cuales presenciamos hoy», añadió.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, declaró en X que, si bien la ciudad «siempre defenderá el derecho a la protesta pacífica», «nunca tolerará la anarquía».
El Grupo de Trabajo para Combatir el Antisemitismo de la administración Trump declaró el jueves que se sentía «alentado» por la «firme y decidida declaración de Shipman sobre la toma ilegal, violenta y vergonzosa de la Biblioteca Butler».
«Ha asumido el liderazgo de Columbia en un momento crítico y ha afrontado el momento con fortaleza y convicción».
El comunicado de prensa señaló que el grupo de trabajo tomó «medidas tempranas» en la universidad debido a lo que denominó un «historial de fracasos».


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