El Gobierno de la India defendió este lunes con firmeza su política de adquisición de petróleo a Rusia, subrayando que se trata de una necesidad estratégica e inaplazable para asegurar el suministro energético de sus 1.400 millones de habitantes.
Nueva Delhi dejó claro que las decisiones en materia de energía responden exclusivamente a criterios de mercado y a la urgencia de garantizar precios asequibles, no a consideraciones políticas ni a presiones externas, en referencia a las amenazas del gobierno de Estados Unidos.
“En cuanto al abastecimiento de energía, hemos mantenido una política consistente y he dejado claro en varias ocasiones que nuestra política se basa en las dinámicas del mercado global, así como en el imperativo para nosotros de proporcionar energía a tasas asequibles a nuestros 1.400 millones de habitantes”, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal.
La declaración se produce pocos días después de la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, quien ofreció a Nueva Delhi envíos ininterrumpidos de combustible, reforzando la cooperación energética entre ambos países.
Respuesta a las presiones de Washington
El Ejecutivo indio salió al paso de las advertencias de Estados Unidos, que reclama limitar los ingresos del Kremlin. Sin embargo, Nueva Delhi insistió en que su política energética no puede estar subordinada a intereses ajenos y que la prioridad absoluta es garantizar el acceso estable y asequible a la energía para su población.
El portavoz trasladó además la responsabilidad final de las compras al sector privado, desvinculando al Gobierno de las decisiones corporativas que mantienen el flujo de importaciones desde Moscú: “En lo que respecta a la compra de petróleo y energía por parte de nuestras empresas privadas, es algo que deben decidir ellas basándose en consideraciones comerciales”.
India también criticó las medidas punitivas impuestas por Washington. En agosto, Estados Unidos aplicó aranceles de hasta el 50% a productos indios bajo el argumento de que Nueva Delhi alimenta la llamada “laguna de la refinería”, que permite procesar crudo ruso en la India y venderlo posteriormente a Europa.
Nueva Delhi considera estas acusaciones infundadas y subraya que sus operaciones se ajustan a las reglas del mercado internacional, reiterando que ninguna presión externa podrá desviar al país de su objetivo central: garantizar la seguridad energética de su pueblo.
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente