Al menos 40.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares en Cisjordania ocupada por el régimen sionista de Israel, mientras sus fuerzas procedían a ocupar los tres principales campos de refugiados y a demoler las viviendas.
“No sabemos qué está pasando en el campo, pero hay demoliciones continuas y se están cavando caminos”, alertó Mohammed al Sabbagh, jefe del comité de servicios del campo de Yenín, uno de los afectados por la acción de los israelíes, conjuntamente con el de Tulkarem y el de Nur Shams.
El vicegobernador de Tulkarem, Faisal Salama, en declaraciones a la agencia de noticias turca Anadolu, denunció que la operación del régimen de Benjamín Netanyahu es “una masacre y un plan ilegal llevado a cabo en medio del silencio internacional”.
Violación
Israel también volvió a incumplir este domingo el acuerdo de cese el fuego al negarse a entregar a 602 prisioneros palestinos, tal y como correspondía.
“Aunque Hamás ha respondido positivamente a los esfuerzos de los mediadores para asegurar el éxito del proceso de intercambio, el criminal de guerra Netanyahu sigue incurriendo en dilaciones y demoras, posponiendo la liberación de prisioneros”, denunció el portavoz de ese movimiento, Abdul Latif Qanou, llamando a los mediadores para presionar el cumplimiento.
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